Lista de descargas

MP3 SoundCloud iVoox
Descripción

“El conocimiento no radica en la abundancia de aprendizaje, sino que es una luz que se deposita en el corazón de aquel a quien Dios quiere obsequiárselo. Entonces, si aspiras al conocimiento, primeramente procura la realidad de la adoración en tu interior; procura el conocimiento mediante su puesta en práctica, y requiere de Dios la comprensión, que Él te hará comprender”.
En estas palabras del imam Sadiq (la paz sea con él), podemos identificar una vez más la estrecha relación que existe entre el amor y el conocimiento. Lo primero que llama la atención es su afirmación acerca del lugar donde, por decisión divina, se deposita el saber en las personas. A diferencia de lo que se nos han enseñado en las sociedades occidentales, el conocimiento es luz e iluminación que Dios derrama en nuestros corazones y no en la cabeza o en el cerebro. Dijo el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él y con su familia): “El conocimiento es de dos tipos: un conocimiento del corazón, que es el conocimiento que beneficia; y un conocimiento de palabra que conforma la prueba de Dios sobre Sus siervos.”

Transcripción

En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso.

Hola, hoy queremos compartir contigo este nuevo episodio que hemos titulado: El amor a los padres. El conocimiento.

“El conocimiento no radica en la abundancia de aprendizaje, sino que es una luz que se deposita en el corazón de aquel a quien Dios quiere obsequiárselo. Entonces, si aspiras al conocimiento, primeramente procura la realidad de la adoración en tu interior; procura el conocimiento mediante su puesta en práctica, y requiere de Dios la comprensión, que Él te hará comprender”.

En estas palabras del imam Sadiq (la paz sea con él), podemos identificar una vez más la estrecha relación que existe entre el amor y el conocimiento. Lo primero que llama la atención es su afirmación acerca del lugar donde, por decisión divina, se deposita el saber en las personas. A diferencia de lo que se nos han enseñado en las sociedades occidentales, el conocimiento es luz e iluminación que Dios derrama en nuestros corazones y no en la cabeza o en el cerebro. Dijo el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él y con su familia): El conocimiento es de dos tipos: un conocimiento del corazón, que es el conocimiento que beneficia; y un conocimiento de palabra que conforma la prueba de Dios sobre Sus siervos.”

No se trata del intelecto en sí mismo. Ni de contabilizar o acumular saberes. Eso no determina nuestra condición como creyentes. Se trata del conocimiento para el ejercicio del bien. Es el resultado del amor a Dios mediante la adoración y la práctica de las leyes y disposiciones establecidas en el Corán. Todo lo demás es pobreza de corazón:

Y Dios os ha hecho salir del interior de vuestras madres sin tener conocimiento de nada y os ha dado el oído, la vista y el intelecto puede que, así, seáis agradecidos. (El Sagrado Corán, Capítulo 16, versículo 78).

Es decir, corazón e intelecto son sinónimos. Para el imam Alí (la paz sea con él): El amor al conocimiento es (como) una religión que se profesa, mediante el mismo la persona adquiere la obediencia (a Dios) en su vida, y el buen nombre después de su muerte. En todo caso, el conocimiento se adquiere mediante la experiencia asimilada a través de nuestros principales sentidos pero teniendo como fuente el corazón, que es el agua viva donde bebe el intelecto.

Las personas ciegas y sordas ante las señales de Dios son irracionales por completo. Escuchar, ver y reflexionar nos aleja del extravío. Por esa razón, debemos utilizar esos sentidos para profundizar en el conocimiento del Corán, que es la guía para la intelección de las cosas: Este es un medio para que los seres humanos profundicen su visión de las cosas y una guía y una misericordia para un pueblo que tiene certeza. (Sagrado Corán, Capítulo 45, versículo 20).

Solo mediante el respeto de los principios y preceptos contenidos en el Corán se puede alcanzar una verdadera felicidad personal y colectiva. La sociedad que profundiza en el conocimiento de las cosas avanza hacia su verdadera liberación, que es la espiritual, producto del amor a Dios. A donde queremos llegar es que este conocimiento del que hablamos, ligado de manera indisoluble al corazón, influye en nuestra vida social y, por tanto, en nuestro ámbito familiar y en las relaciones con nuestros padres. Dijo el Mensajero de Dios: La complacencia de Dios está en la complacencia de los padres, y Su enfado se encuentra en el enfado de ambos.”

Por último, este fragmento de la plegaria del imam Sayyad, muestra contundentemente cómo el conocimiento es el instrumento para procurar bienestar a nuestros padres. Según el imam, la inteligencia consiste en la praxis de las leyes y disposiciones divinas dirigidas a proteger el derecho de ellos. Ver el conocimiento desde el corazón para luego volcarlo en magnanimidad, generosidad y benevolencia hacia quienes se sacrificaron por nosotros, nos dieron cuidados y atenciones cuando éramos niños:

“¡Oh, Dios! Bendice a Muhammad y a su familia, e inspírame el conocimiento de lo que es obligatorio para mí respecto de ellos, preparándome para aprender estas obligaciones perfectamente y luego abocándome a aplicar y practicar lo que me has inspira­do. Dame éxito en la penetración de aquello que me permita ver el conocimiento que me dé inteligencia para que no se pierda aquello cuya aplicación y puesta en práctica me has enseña­do ni resulte pesado a mis miembros aquello que me has inspi­rado sobre el derecho de mis padres.”

Hemos llegado al final de este episodio. Nos despedimos de ti con profundo afecto y respeto, seguros de que cada día compartirás con nosotros estas enseñanzas que abrirán tu corazón y tu pensamiento. ¡Hasta mañana!

El sitio web de FatimaTV está licenciado bajo una Licencia
Internacional de Creative Commons Attribution 4.0.

Fatima TV

Fatima TV

Descripción

Transcripción

“El conocimiento no radica en la abundancia de aprendizaje, sino que es una luz que se deposita en el corazón de aquel a quien Dios quiere obsequiárselo. Entonces, si aspiras al conocimiento, primeramente procura la realidad de la adoración en tu interior; procura el conocimiento mediante su puesta en práctica, y requiere de Dios la comprensión, que Él te hará comprender”.
En estas palabras del imam Sadiq (la paz sea con él), podemos identificar una vez más la estrecha relación que existe entre el amor y el conocimiento. Lo primero que llama la atención es su afirmación acerca del lugar donde, por decisión divina, se deposita el saber en las personas. A diferencia de lo que se nos han enseñado en las sociedades occidentales, el conocimiento es luz e iluminación que Dios derrama en nuestros corazones y no en la cabeza o en el cerebro. Dijo el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él y con su familia): “El conocimiento es de dos tipos: un conocimiento del corazón, que es el conocimiento que beneficia; y un conocimiento de palabra que conforma la prueba de Dios sobre Sus siervos.”

En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso.

Hola, hoy queremos compartir contigo este nuevo episodio que hemos titulado: El amor a los padres. El conocimiento.

“El conocimiento no radica en la abundancia de aprendizaje, sino que es una luz que se deposita en el corazón de aquel a quien Dios quiere obsequiárselo. Entonces, si aspiras al conocimiento, primeramente procura la realidad de la adoración en tu interior; procura el conocimiento mediante su puesta en práctica, y requiere de Dios la comprensión, que Él te hará comprender”.

En estas palabras del imam Sadiq (la paz sea con él), podemos identificar una vez más la estrecha relación que existe entre el amor y el conocimiento. Lo primero que llama la atención es su afirmación acerca del lugar donde, por decisión divina, se deposita el saber en las personas. A diferencia de lo que se nos han enseñado en las sociedades occidentales, el conocimiento es luz e iluminación que Dios derrama en nuestros corazones y no en la cabeza o en el cerebro. Dijo el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él y con su familia): El conocimiento es de dos tipos: un conocimiento del corazón, que es el conocimiento que beneficia; y un conocimiento de palabra que conforma la prueba de Dios sobre Sus siervos.”

No se trata del intelecto en sí mismo. Ni de contabilizar o acumular saberes. Eso no determina nuestra condición como creyentes. Se trata del conocimiento para el ejercicio del bien. Es el resultado del amor a Dios mediante la adoración y la práctica de las leyes y disposiciones establecidas en el Corán. Todo lo demás es pobreza de corazón:

Y Dios os ha hecho salir del interior de vuestras madres sin tener conocimiento de nada y os ha dado el oído, la vista y el intelecto puede que, así, seáis agradecidos. (El Sagrado Corán, Capítulo 16, versículo 78).

Es decir, corazón e intelecto son sinónimos. Para el imam Alí (la paz sea con él): El amor al conocimiento es (como) una religión que se profesa, mediante el mismo la persona adquiere la obediencia (a Dios) en su vida, y el buen nombre después de su muerte. En todo caso, el conocimiento se adquiere mediante la experiencia asimilada a través de nuestros principales sentidos pero teniendo como fuente el corazón, que es el agua viva donde bebe el intelecto.

Las personas ciegas y sordas ante las señales de Dios son irracionales por completo. Escuchar, ver y reflexionar nos aleja del extravío. Por esa razón, debemos utilizar esos sentidos para profundizar en el conocimiento del Corán, que es la guía para la intelección de las cosas: Este es un medio para que los seres humanos profundicen su visión de las cosas y una guía y una misericordia para un pueblo que tiene certeza. (Sagrado Corán, Capítulo 45, versículo 20).

Solo mediante el respeto de los principios y preceptos contenidos en el Corán se puede alcanzar una verdadera felicidad personal y colectiva. La sociedad que profundiza en el conocimiento de las cosas avanza hacia su verdadera liberación, que es la espiritual, producto del amor a Dios. A donde queremos llegar es que este conocimiento del que hablamos, ligado de manera indisoluble al corazón, influye en nuestra vida social y, por tanto, en nuestro ámbito familiar y en las relaciones con nuestros padres. Dijo el Mensajero de Dios: La complacencia de Dios está en la complacencia de los padres, y Su enfado se encuentra en el enfado de ambos.”

Por último, este fragmento de la plegaria del imam Sayyad, muestra contundentemente cómo el conocimiento es el instrumento para procurar bienestar a nuestros padres. Según el imam, la inteligencia consiste en la praxis de las leyes y disposiciones divinas dirigidas a proteger el derecho de ellos. Ver el conocimiento desde el corazón para luego volcarlo en magnanimidad, generosidad y benevolencia hacia quienes se sacrificaron por nosotros, nos dieron cuidados y atenciones cuando éramos niños:

“¡Oh, Dios! Bendice a Muhammad y a su familia, e inspírame el conocimiento de lo que es obligatorio para mí respecto de ellos, preparándome para aprender estas obligaciones perfectamente y luego abocándome a aplicar y practicar lo que me has inspira­do. Dame éxito en la penetración de aquello que me permita ver el conocimiento que me dé inteligencia para que no se pierda aquello cuya aplicación y puesta en práctica me has enseña­do ni resulte pesado a mis miembros aquello que me has inspi­rado sobre el derecho de mis padres.”

Hemos llegado al final de este episodio. Nos despedimos de ti con profundo afecto y respeto, seguros de que cada día compartirás con nosotros estas enseñanzas que abrirán tu corazón y tu pensamiento. ¡Hasta mañana!