En el nombre de Dios
Hola, sean una vez más bienvenidos a los cuentos de la semana de FATIMATV, esperamos que las ceremonias de luto que hayan llevado a cabo por el duelo del Señor de los Mártires sean aceptadas por Dios.
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Debido al hecho de que estamos en el mes de Muharram, decidimos preparar para ustedes historias, cuyo propósito es relatar los hechos exactos y precisos de la opresión vivida por el Imam Al Hussein (P) y sus fieles compañeros.
Es por esta razón que el cuento de esta semana la dedicaremos al Señor Qamar Bani Hashim (o la Luna de Bani Hashim), ‘Abbas ibn ‘Ali (P).
Hoy explicaremos por qué el Imam Al Hussein lo llamó “Saqqa – سقاء” que significa aguador, y por qué el Ahl al-Bayt del Imam Hussein guardaba grandes esperanzas de que Hazrat ‘Abbas pudiera llevarles agua el día de ‘Ashura a pesar de ese severo asedio en el que se encontraban.
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Así sin más te invito a escuchar el cuento de esta semana
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El aguador de la llanura de Karbala
Por orden de Yazid ibn Muawiya, las tropas de ‘Ubaydul.lah ibn Ziyad se reunieron en Karbala con más de 30 mil guerreros para luchar contra el Imam Al Hussein (P).
Desde el séptimo día de Muharram, es decir, unos días antes del día de Ashura, cerraron por completo el agua al Imam Al Hussein, a su familia y a sus compañeros, impidiendo que ésta les llegara bajo ninguna circunstancia.
Teniendo en cuenta el número de compañeros de este honorable y su necesidad de agua en ese clima caliente y agotador del desierto de Karbala, para el 8º día de Muharram todos los recursos de agua ya se habían agotado.
Esto provocó un severo efecto en ellos mientras su sed iba en aumento, en tal forma que, para abastecerse del agua necesaria y siguiendo lo ordenado por el Imam Al Hussein, se vieron obligados a cavar un pozo en un punto determinado para obtenerla. Pero nuevamente, el ejército enemigo al mando de ‘Umar Sa’d se los impidió y el pozo fue cerrado.
Fue aquí donde el honorable ‘Abbas y sus hermanos, así como los compañeros del Imam Al Hussein se vieron obligados a atacar continuamente al enemigo para obtener agua y romper esa muralla formada por 4 mil soldados y así intentar acercarse a las orillas del río Éufrates (en árabe: Furāt, الفرات). En efecto, en el octavo y noveno día lograron llevar agua varias veces y por supuesto, el peso de garantizar esa agua era una pesada responsabilidad que recayó sobre los hombros de ‘Abbas, Qamar Bani Hashim, causa por la cual fue llamado “Saqqa’” o el aguador.
Llegó el día de Ashura y el Imam y sus seguidores sostuvieron una dura batalla, los compañeros y allegados del Imam continuaron luchando con todas sus fuerzas, con sinceridad y valentía.
Los hermanos de ‘Abbas, a saber, Abdul.lah – عبدالله, Ya’far - جعفر y ‘Uzman - عثمان, así como los compañeros del Imam, que en los últimos días eran unas cincuenta personas a caballo y a pie, eran responsables de llevar agua a las carpas, junto con ‘Abbas, más todos ellos fueron martirizados, y sólo quedaron con vida el Imam Al Hussein y su abanderado, el honorable ‘Abbas.
Por supuesto, ‘Abbas ibn ‘Ali por sí mismo era como un ejército. Era un hombre alto y esbelto de 34 años, muy poderoso y de gran majestad. Estos dos hermanos, cuya sed aumentaba de momento a momento, entraron en una batalla cuerpo a cuerpo con los enemigos.
El Imam Al Hussein a caballo y junto con su hermano el honorable ‘Abbas, quien con devoción y altruismo fue defensor y heraldo de su Imam, se enfrentaban uno a uno con los enemigos y les adelantaban en fuerza, devoción y valentía.
Hussein y ‘Abbas atacaron el corazón del enemigo y se abrieron paso hacia el Éufrates. Pero la caballería del ejército de Ibn Sa’d (la maldición de Dios caiga sobre él) intervino en el camino del Imam, entonces un hombre de la tribu Bani Darim que se encontraba entre ellos dijo al ejército:
“¡Pobres de ustedes! Formen un muro entre Hussein y el Éufrates, y no lo dejen acceder al agua”.
El Imam Husein (P) dijo:
“¡Oh Dios, haz que este hombre sufra de sed!”
Por otro lado, ‘Abbas, para quien la sed de su Imam era más difícil soportar que la suya propia, alcanzó el agua, llenó un pequeño recipiente y se lo llevó al Imam Hussein.
En ese momento, ese impuro hombre de la tribu Bani Darim, quien estaba furioso por las palabras del Imam, arrojó una flecha hacia este honorable la cual se encajó en su cuello, debajo de su barbilla. Hussein no pudo beber entonces el agua y rápidamente sacó la flecha y colocó su mano sobre la herida. Sus dos benditas manos estaban ensangrentadas, entonces aventó su sangre por arriba de su cabeza y luego dijo:
“¡Oh, Dios! Me quejo contigo por la forma que tratan al hijo de la hija de tu Profeta”, y regresó a su lugar mientras la sed lo afectaba cada vez más.
Después de este incidente, el ejército enemigo rodeó a ‘Abbas y lo atacó, creando con esto una separación entre él y su hermano el imam Al Hussein.
Qamar Bani Hashim luchó solo para llegar de nuevo a las orillas del Éufrates. Pero esta vez fue más difícil para él ya que el enemigo lo había separado de su hermano pero de cualquier manera, debía llegar al río.
Abbas sin embargo con todas esas dificultades atacó al corazón del ejército enemigo y mató a un gran número de ellos, hasta que finalmente pudo llegar a las orillas del Éufrates y llenar el odre con agua. Una vez esto cumplido y sin demora se dirigió hacia las carpas; pero el enemigo ya para ese momento había bloqueado su camino de regreso, impidiéndole llegar a saciar la sed de los niños.
El ejército de Ibn Sa’d lo rodeó y le dispararon una salva de flechas de tal manera que muchas de éstas hirieron su cuerpo.
Sin más y con mucho valor, hazrat Abbas Continuó luchando con el cuerpo lleno de flechas. En ese momento, Zayd ibn Warqa – زید بن ورقاء’ que se encontraba al acecho, le cortó el brazo derecho. El honorable ‘Abbas tomó la espada con la mano izquierda y dijo:
“¡Juro por Dios, si me mutilas el brazo derecho, seguiré defendiendo mi religión, y defenderé al Imam Hussein que concluyentemente es el Imam y el hijo (nieto) puro y digno de confianza del Profeta!”
‘Abbas ibn ‘Ali continuó luchando y la debilidad e incapacidad lo invadieron, hasta que en ese momento, Hakim ibn Tufayl – حکیم بن طفیل , que estaba escondido detrás de una palmera, salió y amputó el brazo izquierdo de este honorable.
‘Abbas dijo:
“¡Oh (mi) alma no temas de los incrédulos, por la misericordia de Dios te doy la buena nueva, junto con el Profeta que es el señor y el elegido.
¡Oh Dios arrójalos al calor intenso del Fuego del Infierno!”
Fue entonces cuando con una barra de hierro golpearon su bendita cabeza y lo hicieron caer al suelo.
En los últimos momentos de vida de su hermano ‘Abbas, el Imam Husein (P) se le acercó y dijo:
“Ahora mi espalda se ha quebrado y mi esperanza ha llegado a su fin”.
En efecto, los enemigos no perdonaron ni siquiera el cuerpo acribillado de flechas del honorable ‘Abbas y le cortaron las piernas, así fue como el aguador de la llanura de Karbala alcanzó el martirio con los labios sedientos.
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En una narración el Imam Sadiq (P) describe a Qamar Bani Hashim, de la siguiente manera:
“En verdad, nuestro tío ‘Abbas, fue una persona muy clarividente, de fuerte fe e hizo lucho (en el sendero de Dios) a la par de Abu Abdul.lah, el Imam Hussain (P), pasó la prueba con mérito y finalmente alcanzó el martirio”.
Además tenemos otra narración del Imam Sayyad (P) que dijo acerca de su noble tío Qamar Bani Hashim:
“Que Dios tenga misericordia de mi tío ‘Abbas, porque se sacrificó, fue probado y ofreció su vida por su hermano hasta que le mutilaron ambos brazos, y Dios le dio dos alas en lugar de sus brazos, con las que vuela junto con los ángeles en el Paraíso, tal como se las dio a Ya'far ibn Abi Talib y, ante Dios Todopoderoso mi tío ‘Abbas ocupa una posición la cual el Día de la Resurrección todos los mártires ambicionarán (a su posición)...”.
Hemos llegado al final de este cuento, en cuyas líneas, nos empapamos de una historia en que el honor rebosa y fluye como las dulces y frías aguas del Eúfrates que estos santos benditos, nietos del Mensajero de Dios, no llegaron a probar, pero que sin duda, su sacrificio hoy día nos refresca el alma, con lágrimas de tristeza pero con esperanza de que pronto con el levantamiento del Hujjat Imam Al Muntazar al Mahdi (P) su derecho se revindicará, junto con todos los derechos de los oprimidos en especial de los Ale Muhammad (BPD) inshallah.
Ruego a Dios todo poderoso te otorgue a ti y a tus seres queridos lo mejor de esta y la otra vida inshallah, por favor cuídate y hasta la otra semana.