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Descripción

¿Qué sucede cuando permitimos que la pereza y la impotencia dominen nuestras vidas? En este episodio, reflexionamos sobre las sabias palabras del Imam Ali —la paz sea con él— y descubrimos cómo estas dos debilidades conducen a la pobreza espiritual y material. Una invitación a despertar, esforzarnos y confiar en Dios.

🎙 Locutora: Karina Husain
✍️ Escrito por: Seyed Mostafa

Transcripción

Cuando la Pereza y la Impotencia Se Unen


En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso.

¿Alguna vez te has detenido a pensar en lo que ocurre cuando la pereza y la impotencia se toman de la mano? Hoy, en Voces de la Fe, nos adentramos en una enseñanza profunda y atemporal del Príncipe de los Creyentes, el Imam Ali (la paz sea con él).

Una lección que no solo nos invita a reflexionar, sino que nos sacude por dentro. Porque cuando la voluntad se apaga y el esfuerzo se abandona, no tarda en aparecer una realidad dolorosa: la pobreza, no solo material, sino también espiritual.

Soy Karina Hussain, la voz de FátimaTV.
Tú también puedes ser locutor o locutora. Solo envíanos un mensaje o escribe en los comentarios para recibir textos preparados y listos para grabar. Así, con tu voz, podrás compartir episodios interesantes de FátimaTV con tus seres queridos.

Quédate con nosotros en este viaje de reflexión y redescubrimiento. Porque hay palabras que despiertan, y esta es una de ellas.


Hoy queremos hablar sobre un mal hábito que muchas personas tienen. Tal vez, al escuchar las palabras del Emir de los Creyentes, el Imam Ali —la paz sea con él—, y comprender sus consecuencias, nos sintamos más motivados a dejarlo atrás.

El Imam Ali (la paz sea con él) dice:

«مَنْ أَطَاعَ التَّوَانِيَ ضَيَّعَ الْحُقُوقَ».

 “Aquel que obedece la pereza y la flojera, desperdicia los derechos.”
(Gurar al-Hikam, vol. 1, pág. 670)

Con esta breve, pero profunda frase, el Imam nos está advirtiendo sobre un peligro silencioso: cuando una persona se deja llevar por la flojera y la falta de voluntad, termina perdiendo muchas cosas importantes en su vida.

Es decir, si alguien no actúa en el momento adecuado, si deja las tareas para después o no organiza bien sus asuntos, es muy probable que esas tareas se acumulen… y que algunas de ellas nunca lleguen a cumplirse.

Y cuando eso ocurre, se pierden derechos. Derechos hacia Dios, como por ejemplo el de realizar la oración a su debido tiempo. Una persona que siempre retrasa la oración, corre el riesgo de terminar abandonándola.

Pero también se pierden los derechos de otras personas. Por ejemplo, un trabajador que llega tarde, que no cumple su horario o no hace su trabajo como debe, está fallando a quienes confiaron en él.

Incluso los derechos de los animales pueden verse afectados por nuestra pereza. Animales que dependen de nosotros para comer, beber, descansar o recibir cuidados… y que muchas veces, por dejadez, no reciben lo que necesitan.

 


El Mensajero de Dios —que la paz y las bendiciones sean con él y su familia purificada— dice en una de sus súplicas:

اَللَّهُمَّ إِنِّي أَعُوذُ بِكَ مِنَ اَلْهَمِّ وَ اَلْحَزَنِ وَ اَلْعَجْزِ وَ اَلْكَسَلِ

"¡Oh Dios! Busco refugio en Ti del pesar, la tristeza, la impotencia y la pereza."

Bihar al-Anwar, vol. 83, pág. 186.

Y también se ha narrado del Imam Ali —la paz sea con él—:

«مَنْ أطاعَ التَّواني أَحَاطَتْ بِهِ النَّدامَةُ»

«Quien obedece a la pereza, estará rodeado de remordimientos.»

Gurar al-Hikam, vol. 1, pág. 661

 

En otro de sus dichos, el Imam Ali nos ofrece una imagen muy clara y profunda. Dice:

إِنَّ اَلْأَشْيَاءَ لَمَّا اِزْدَوَجَتْ اِزْدَوَجَ اَلْكَسَلُ وَ اَلْعَجْزُ فَنُتِجَا بَيْنَهُمَا اَلْفَقْرَ

Ciertamente, cuando las cosas se emparejaron, se emparejaron la pereza y la impotencia, y su descendencia fue la pobreza.

Al-Kafi, vol. 5, pág. 86.

¡Qué poderosa reflexión!
El Imam nos enseña que cuando estas dos debilidades —la pereza y la impotencia— se juntan en la vida de una persona, inevitablemente terminan produciendo pobreza… no solo económica, sino también espiritual, emocional e incluso en nuestras relaciones.

Por eso, si sentimos que nos falta energía o motivación, si hemos caído en la costumbre de postergar y dejar todo para después, es momento de reaccionar.

Pidamos ayuda a Dios, esforcémonos con lo que tengamos, aunque sea poco, y avancemos paso a paso con esperanza y determinación. Porque cada pequeño esfuerzo cuenta. Y cada acción, por pequeña que parezca, puede acercarnos a nuestras metas.


Gracias por acompañarnos en este episodio de Voces de la Fe.
Esperamos que estas enseñanzas del Imam Ali —la paz sea con él— te hayan inspirado a dejar atrás la pereza y la impotencia, y a avanzar con firmeza hacia tus objetivos, confiando siempre en la ayuda de Dios.

Recuerda que tú también puedes ser locutor o locutora en FátimaTV. Solo envíanos un mensaje o escribe en los comentarios, y te enviaremos textos preparados, listos para grabar con tu voz.

Hasta el próximo episodio, si Dios quiere.
Paz y bendiciones para ti y tus seres queridos.

El sitio web de FatimaTV está licenciado bajo una Licencia
Internacional de Creative Commons Attribution 4.0.

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¿Qué sucede cuando permitimos que la pereza y la impotencia dominen nuestras vidas? En este episodio, reflexionamos sobre las sabias palabras del Imam Ali —la paz sea con él— y descubrimos cómo estas dos debilidades conducen a la pobreza espiritual y material. Una invitación a despertar, esforzarnos y confiar en Dios.

🎙 Locutora: Karina Husain
✍️ Escrito por: Seyed Mostafa

Cuando la Pereza y la Impotencia Se Unen


En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso.

¿Alguna vez te has detenido a pensar en lo que ocurre cuando la pereza y la impotencia se toman de la mano? Hoy, en Voces de la Fe, nos adentramos en una enseñanza profunda y atemporal del Príncipe de los Creyentes, el Imam Ali (la paz sea con él).

Una lección que no solo nos invita a reflexionar, sino que nos sacude por dentro. Porque cuando la voluntad se apaga y el esfuerzo se abandona, no tarda en aparecer una realidad dolorosa: la pobreza, no solo material, sino también espiritual.

Soy Karina Hussain, la voz de FátimaTV.
Tú también puedes ser locutor o locutora. Solo envíanos un mensaje o escribe en los comentarios para recibir textos preparados y listos para grabar. Así, con tu voz, podrás compartir episodios interesantes de FátimaTV con tus seres queridos.

Quédate con nosotros en este viaje de reflexión y redescubrimiento. Porque hay palabras que despiertan, y esta es una de ellas.


Hoy queremos hablar sobre un mal hábito que muchas personas tienen. Tal vez, al escuchar las palabras del Emir de los Creyentes, el Imam Ali —la paz sea con él—, y comprender sus consecuencias, nos sintamos más motivados a dejarlo atrás.

El Imam Ali (la paz sea con él) dice:

«مَنْ أَطَاعَ التَّوَانِيَ ضَيَّعَ الْحُقُوقَ».

 “Aquel que obedece la pereza y la flojera, desperdicia los derechos.”
(Gurar al-Hikam, vol. 1, pág. 670)

Con esta breve, pero profunda frase, el Imam nos está advirtiendo sobre un peligro silencioso: cuando una persona se deja llevar por la flojera y la falta de voluntad, termina perdiendo muchas cosas importantes en su vida.

Es decir, si alguien no actúa en el momento adecuado, si deja las tareas para después o no organiza bien sus asuntos, es muy probable que esas tareas se acumulen… y que algunas de ellas nunca lleguen a cumplirse.

Y cuando eso ocurre, se pierden derechos. Derechos hacia Dios, como por ejemplo el de realizar la oración a su debido tiempo. Una persona que siempre retrasa la oración, corre el riesgo de terminar abandonándola.

Pero también se pierden los derechos de otras personas. Por ejemplo, un trabajador que llega tarde, que no cumple su horario o no hace su trabajo como debe, está fallando a quienes confiaron en él.

Incluso los derechos de los animales pueden verse afectados por nuestra pereza. Animales que dependen de nosotros para comer, beber, descansar o recibir cuidados… y que muchas veces, por dejadez, no reciben lo que necesitan.

 


El Mensajero de Dios —que la paz y las bendiciones sean con él y su familia purificada— dice en una de sus súplicas:

اَللَّهُمَّ إِنِّي أَعُوذُ بِكَ مِنَ اَلْهَمِّ وَ اَلْحَزَنِ وَ اَلْعَجْزِ وَ اَلْكَسَلِ

"¡Oh Dios! Busco refugio en Ti del pesar, la tristeza, la impotencia y la pereza."

Bihar al-Anwar, vol. 83, pág. 186.

Y también se ha narrado del Imam Ali —la paz sea con él—:

«مَنْ أطاعَ التَّواني أَحَاطَتْ بِهِ النَّدامَةُ»

«Quien obedece a la pereza, estará rodeado de remordimientos.»

Gurar al-Hikam, vol. 1, pág. 661

 

En otro de sus dichos, el Imam Ali nos ofrece una imagen muy clara y profunda. Dice:

إِنَّ اَلْأَشْيَاءَ لَمَّا اِزْدَوَجَتْ اِزْدَوَجَ اَلْكَسَلُ وَ اَلْعَجْزُ فَنُتِجَا بَيْنَهُمَا اَلْفَقْرَ

Ciertamente, cuando las cosas se emparejaron, se emparejaron la pereza y la impotencia, y su descendencia fue la pobreza.

Al-Kafi, vol. 5, pág. 86.

¡Qué poderosa reflexión!
El Imam nos enseña que cuando estas dos debilidades —la pereza y la impotencia— se juntan en la vida de una persona, inevitablemente terminan produciendo pobreza… no solo económica, sino también espiritual, emocional e incluso en nuestras relaciones.

Por eso, si sentimos que nos falta energía o motivación, si hemos caído en la costumbre de postergar y dejar todo para después, es momento de reaccionar.

Pidamos ayuda a Dios, esforcémonos con lo que tengamos, aunque sea poco, y avancemos paso a paso con esperanza y determinación. Porque cada pequeño esfuerzo cuenta. Y cada acción, por pequeña que parezca, puede acercarnos a nuestras metas.


Gracias por acompañarnos en este episodio de Voces de la Fe.
Esperamos que estas enseñanzas del Imam Ali —la paz sea con él— te hayan inspirado a dejar atrás la pereza y la impotencia, y a avanzar con firmeza hacia tus objetivos, confiando siempre en la ayuda de Dios.

Recuerda que tú también puedes ser locutor o locutora en FátimaTV. Solo envíanos un mensaje o escribe en los comentarios, y te enviaremos textos preparados, listos para grabar con tu voz.

Hasta el próximo episodio, si Dios quiere.
Paz y bendiciones para ti y tus seres queridos.