Lista de descargas

MP3 SoundCloud iVoox
Descripción

🌟 ¡Bienvenidos a "Los Cuentos de la Semana" en FátimaTV! 🌟
Prepárense para sumergirse en una fascinante historia de amor, igualdad y humildad que se remonta a los tiempos del Profeta Muhammad (P). En "Criterios del Matrimonio", exploraremos las enseñanzas del Profeta sobre las relaciones humanas, la aceptación y la importancia de la piedad sobre la riqueza y la belleza externa. 💖✨
Este relato, basado en el libro Al-Kafi del erudito shiita Sheikh Kulaini, nos transporta a una época donde la sociedad se construía sobre valores sólidos y la compasión reinaba. Descubre cómo un hombre aparentemente desfavorecido, Juwaibir, se convierte en el protagonista de una historia que desafía las normas sociales y nos enseña valiosas lecciones sobre igualdad, amor y gratitud. 📖🌍
Acompáñanos mientras exploramos las decisiones del Profeta que desafían los estándares convencionales y cómo estas decisiones impactaron la vida de Juwaibir y Zalfa. ¿Cuál es el verdadero criterio para las relaciones humanas? ¿Quién tiene el derecho de establecer esos estándares?
Sumérgete en este cuento lleno de humanismo, sensibilidad y valores islámicos que nos recuerdan la importancia de la humildad y la igualdad en la construcción de una sociedad fuerte y unida.
¡No te pierdas esta cautivadora historia que dejará una huella duradera en tu corazón! ¡Hasta la próxima entrega de "Los Cuentos de la Semana" en FátimaTV! 🚀🌟

Transcripción

En el nombre de Dios. Hola. Sean una vez más bienvenidos al programa “Los cuentos de la semana” de Fátimatv.

Desde hace miles de años en lo lejano de la antigüedad y desde esos ya casi invisibles tiempos remotos, la humanidad ha regulado sus relaciones con base en principios, ya que no todos los brazos han estado abiertos para todos y no todas las sonrisas pueden estar dispuestas para todos.

Los seres humanos, han constituido límites para sí mismos y nadie aceptaría a nadie, desde el vínculo del matrimonio, la amistad o el compañerismo, excepto donde primen ciertos criterios que dispongan límites específicos.

La esencia de este tema no es en sí en lo absoluto nada malo, pero el eje de este cuento, parte de la pregunta ¿cuál es el criterio base que regiría sobre las relaciones humanas y sobre que base se determina? ¿Y quién tiene derecho a determinar este estándar?

Esta historia es sobre el modelo dispuesto por nuestro Profeta Muhammad  (BPD) y su sagrada descendencia, quienes los han establecido para nosotros.

Así que no te pierdas esta hermosa historia.

Criterios del matrimonio

El Sheikh Kulaini, quien es uno de los más grandes eruditos shiitas y su libro Al Kafi, el cual, es uno de los libros de hadices más confiables, y en el cual se expone una narración de Abu Hamza al-Thumali - ابوحمزه ثمالی, (uno de los grandes compañeros del Imam Sayyad y el Imam Baqir, la paz sea con ellos,) narra esta historia maravillosa, contada por el mismo Abu Hamza quien expone que:

“[Un día] estaba con el Imam Muhammad Baqir (la paz sea con él) cuando un hombre le pidió permiso para entrar, por lo que el Imam le permitió ingresar a donde estaba el Imam y el hombre entonces le saludó después de entrar, a lo que el Imam también le dio la bienvenida y lo acercó a donde sí y le preguntó sobre su estado.”

Entonces el hombre dijo: 

“¡Te sacrificaré! Le propuse matrimonio a la hija de uno de tus shiitas, pero me dio una respuesta negativa debido a mi cara fea, mi necesidad y soledad, y me apartó de forma humillante. ¡Y entonces, me puse tan triste por esto, que deseaba morir!”

Por lo que el Imam Baqir (P) respondió:

“Dirígete a él nuevamente para pedir una vez más a su hija en matrimonio y dile que el Imam Baqir (P) dice que su hija sea casada con Manhaj bin Riyah - منحَج بن ریاح, quien es uno de sus amigos, y que no lo rechace.”

Abu Hamzah dijo: 

“¡Ese hombre, es decir, Manhaj bin Riyah saltó en el aire con alegría y fue rápidamente a entregar la carta del Imam.”

Cuando ese hombre se fue, el Imam Baqir (la paz sea con él) dijo:

“Un hombre de Yamamah - یَمامَة, cuyo nombre era Juwaibir - جُوَیبِرْ, acudió  adonde el Mensajero de Dios, la paz sea con él y su familia, para aceptar el Islam. Así que una vez que aceptó al Islam, este hombre ser convirtió en un buen musulmán. El era  de Sudán y era bajito, de cara fea  y sin dinero.

Como estaba solo y no tenía nada en su haber, el Profeta lo tomó bajo su protección y ordenó darle unos tres kilos de dátiles para que se distribuyesen entre los pobres, así también le dio dos prendas de vestir y le dijo que se quedara en la mezquita y durmiera allí por la noche. 

Fue así como en la mezquita, vivió durante mucho tiempo, hasta que el número de personas en abandono y necesitadas que se convertían al Islam en Medina aumentó y la mezquita no podía ya darles más acomodo.

Por lo tanto, Dios reveló al Profeta que debía sacar a quienes habitaban en la mezquita y cerrar toda puerta que diese hacia ella, excepto la puerta de la casa de Ali y Fátima (P), ordenando también en esta revelación que nadie en estado "junub" (árabe: جُنُب ) pasase por la mezquita y durmiese en ella.”

Voy a hacer un paréntesis acá y es que el vocablo Janaba (árabe: جَنابَة ) es un término jurisprudencial que significa un estado de no pureza o no tahir que es el resultado de por ejemplo una descarga seminal o mantener relaciones sexuales, entre otras causas. La persona que se encuentra en este estado se llama "junub" (árabe: جُنُب ), razón por la cual según la jurisprudencia islámica, está prohibido realizar algunos actos de culto como la oración , el ayuno , el hajj y el ingreso a la mezquita en ese estado de impureza, siendo que mediante el ghusl al-janaba o ablución mayor, uno sale de este estado.

Siguiendo con el relato, el Imam Baqir continuó contando que:

“Entonces el Mensajero de Dios ordenó cerrar todas las puertas excepto la puerta de la casa de Ali y dejando la residencia de la Señora Fátima tal como estaba. También ordenó que se hiciera un dosel para los musulmanes el cual fue erigido para ellos de acuerdo con la orden del Profeta, y este se convirtió en el lugar que llamaron Suffah - صُفَّه.

Entonces envió a que ese grupo de conversos que estaban en necesidad y soledad, a los sin techo y demás necesitados, a este lugar para que con comodidad pudiesen pasar allí el día y la noche.

El Mensajero de Dios también los cuidó, proporcionándoles trigo, dátiles y cebada, y debido a la compasión del Profeta por ellos, otros musulmanes también hicieron cosas en su bienestar y les mostraron compasión gastando su dinero en limosna para ellos."

El Profeta una vez le dijo amablemente a Juwaibir - جُوَیبِرْ:

“Oh Juwaibir, deseo que te cases con una mujer para que puedas ser casto con su ayuda y ella te ayudará en los asuntos de este mundo y en alcanzar la felicidad en el Más Allá."

Por lo que Juwaibir dijo: “¡Oh Mensajero de Dios, que mis padres sean sacrificados por ti! ¿Quién estará interesado en mí?
¡Juro por Dios, que no tengo nobleza de origen, ni riqueza, ni belleza! ¿Cuál mujer aceptará casarse conmigo?”

Siendo que el Mensajero de Dios le dijo:

“¡Oh Juwaibir! En verdad, con el Islam, Dios humilló a quienes eran honorables durante la era de la ignorancia e hizo honorable a quienes estaban en los más bajos e inútiles estratos sociales en esa era. Y a través del Islam, hizo queridos a todos los que fueron humillados en la era de la ignorancia. Y Dios, a través del Islam, destruyó la jactancia y el desdén de las tribus, así como el valor que le daban al linaje y el racismos durante esa era de Jahiliyyah o ignorancia.

Por lo tanto, hoy en día, todas las personas, ya sean blancas o negras, de Quraysh, árabes o no árabes, son todas de Adán, ¡y Adán fue creado por Dios del barro!
En verdad, el más noble de vosotros ante Dios es quien posee mayor piedad. -   إِنَّ أَكْرَمَكُمْ عِندَ اللَّهِ أَتْقَاكُم”

“¡Oh Juwaibir! No veo superioridad sobre ti para ninguno de los musulmanes, excepto para alguien que es más piadoso y obediente a Dios que tú.”

Entonces el Profeta siguió diciendo:

“¡Oh Juwaibir! Ve a donde Ziad ibn Labid - زیاد بن لبید. En verdad, el es una de las personas más nobles de la tribu Bani Bayazah - بَیاضَة en términos de nobleza de origen y dile:  ¡He sido enviado por el Profeta hacia ti, y Muhammad (P) dice que haga que tu hija Zalfa - ذَلفاء  sea casada con Juwaibir!

Así que Juwaibir fue a donde Ziad ibn Labid con el mensaje del Profeta y entró en su casa mientras, este honorable hombre compartía con toda su familia.

Después de entrar, Juwaibir saludó y dijo: 

"Oh, Ziad ibn Labid, ciertamente he venido de donde el Mensajero de Dios para darte un mensaje." ¿Debo expresar ese deseo abiertamente o en secreto?

Por lo que Ziad bin Labid dijo: 

“¡Dilo abiertamente! ¡Porque este mensaje (que es de parte del Profeta) es mi honor y orgullo!”

Ante esta respuesta, Juwaibir dijo: 

“En verdad, el Mensajero de Dios, la paz de Dios sea con y su familia, te dice que hagas que tu hija Zalfa - ذَلفاء sea casada con Juwaibir.”

Entonces Ziad dijo: 

¡Oh Juwaibir! ¿El Mensajero de Dios mismo realmente te envió a mí para este propósito?

Y Juwaibir dijo: 

Sí, no soy yo quien para atribuirle una mentira al Mensajero de Dios.

Ziad dijo: 

“No aceptamos que nuestras hijas se casen con alguien que no sean nuestros homólogos de los Ansar.
Así que oh Juwaibir, regresa para que yo mismo pueda reunirme con el Mensajero de Dios y decirle mi excusa.”

Entonces Juwaibir volvió, diciéndose a sí mismo:

“El Corán no fue revelado para este propósito, ni la profecía de Muhammad, la paz de Dios sea con él y su bendita familia, fue revelada para tal cosa.”

Así que Zalfa, al joven hija de Ziad,  escuchó lo que dijo mientras ella estaba en su refugio.

Por eso envió un mensaje a su padre que decía: 

“Ven a donde mí."

Por lo que rápidamente entonces su padre vino a donde ella y Zalfa le dijo:

“¿Cuál fue esa palabra que escuché de ti y le decías a Juwaibir?”

Su padre dijo: 

"Juwaibir me dijo que el Mensajero de Dios lo envió, para pedir en matrimonio a mi hija con Juwaibir.”

Y Zalfa respondió: 

"Por Dios, Juwaibir no es el que miente acerca del Mensajero de Dios. Así que envía a alguien para que te traiga de regreso a Juwaibir.”

Así fue como Ziad envió un mensajero que llegó a donde Juwaibir y lo trajo de regreso; e inmediatamente Ziad le dijo: 

“¡Oh Juwaibir! bienvenido. Tranquilízate y pronto volveré a donde ti.”

Entonces Ziad se fue a donde el Mensajero de Dios y le dijo:

“Que mis padres sean sacrificados por ti. Juwaibir me trajo tu mensaje. Pero no fui amable con él en mi discurso, y creo que hubiera sido mejor verte primero. Honestamente, no nos casamos con nadie excepto con nuestros homólogos de entre los Ansar.”

El Profeta dijo: 

“¡Oh Ziad! Juwaibir es un hombre creyente, y un hombre creyente es igual (homólogo) a una mujer creyente y una persona musulmana es igual (homólogo) a una mujer musulmana. ¡Oh Ziad! Haz que Juwaibir se case con tu hija y no le des la espalda.”

Ziad regresó a su casa y fue donde su hija y le contó todo lo que había escuchado del Mensajero de Dios.

Y Zalfa  dijo: 

“Si desobedeces al Profeta, te convertirás en un incrédulo. Por lo tanto, haz que me case con Juwaibir.”

Entonces Ziad llevó a Juwaibir entre su familia e hizo que su hija se casase con él, de acuerdo con la tradición de Dios y Su Mensajero y se hizo cargo de su dote.

Fue como también Ziad proporcionó el ajuar para esa chica y le preparó todo para su comodidad. Entonces mandó a buscar a Juwaibir y le dijo: ¿Tienes una casa donde podamos enviar a esta chica?

Entonces Juwaibir dijo: 

“¡Juro por Dios, que no tengo hogar!”

Por lo tanto, prepararon para ellos una casa y una cama y también le proporcionaron a Juwaibir buenas ropas y llevaron a Zalfa a su nueva casa ,para que finalmente pudiera estar con Juwaibir su esposo.

Fue así que cuando Juwaibir vio a la novia, miró la casa, los muebles y el olor agradable que perfumaba su hogar, se fue a un rincón de la casa y desde ese momento se inclinó y postro orando en agradecimiento a Dios, así mismo, dedicaba parte del tiempo en la recitación del Corán, hasta el amanecer y cuando llegó el tiempo de la llamada a la oración de la mañana, tan pronto como escuchó el azhan o llamado al rezo, salió de la casa, seguido por su esposa quien también fue a hacer la ablución y la oración de la mañana. 

Al amanecer la familia de Zalfa le preguntó: 

“¿Juwaibir te tocó?”

Y Zalfa dijo: 

“Para ser honesta, él siempre estuvo leyendo el Corán y rezando hasta que escuchó el llamado a la oración de la mañana y salió.”

Es así que se cuenta que cuando llegó la segunda noche, ¡Juwaibir volvió a hacer lo mismo que había hecho la primera noche!

La familia de Zalfa  ocultó este tema a su padre, Ziad.

Pero cuando hizo lo mismo en la tercera noche, le informaron al padre de Zalfa sobre esto, por lo que él fue ante el Mensajero de Dios y le dijo:

"¡Mis padres sean sacrificados por ti, oh Mensajero de Dios! Me dijiste que hiciese que mi hija se casase con Juwaibir, mientras que él no era igual a nosotros, pero obedeciéndote a ti, me vi obligado a aceptar y llevar a cabo este matrimonio, pero…”

Entonces el Profeta dijo: 

“¿Qué cosa mala viste en él?”

A lo que Ziad dijo: 

“De hecho, preparamos una casa para el matrimonio con muebles, y enviamos a mi hija a esa casa, y trajimos a Juwaibir  para que conviviera con mi hija por la noche, pero Juwaibir no le habló en absoluto y ni siquiera la miró. ¡Ni siquiera Juwaibir se ha acercado a mi hija!

Más bien, simplemente fue a una de las esquinas de la casa, y pasó toda la noche recitando el Corán, rezando, inclinándose y postrándose hasta que escuchó el llamado a la oración de la mañana y nuevamente salió a orar, repitiendo esto la segunda y tercera noche.

¡Entonces pareciera que no le gustan las mujeres! ¡Así que por favor, resuelva este problema usted mismo!”

Una vez Ziad dijo estas cosas al Profeta; regresó a su casa.

Rápidamente, el Profeta de Dios llamó a Juwaibir y le dijo: 

"¿Acaso no te acercas a las mujeres?”

Por lo que Juwaibir respondió: 

"¿No soy acaso un hombre? ¡Sí, oh Mensajero de Dios! Me gustan mucho las mujeres!”

Y el Profeta dijo: 

“¡Me han comunicado lo contrario de lo que me has respondido! De hecho, me han informado que la familia de tu esposa, les ha proporcionado una casa, cama y todo lo necesario para una vida y que has ido a casa por la noche y no has mirado, hablado o estado cerca de tu esposa en todo el tiempo que llevas de casado. ¿Por qué?”

Y Juwaibir dijo: 

“¡Oh Mensajero de Dios! Entré en una casa grande y vi una cama y muebles y una muchacha hermosa y fragante y al verlos, recordé mis días solitarios y llenos de necesidad, así como de los demás días junto con otros necesitados.

Por eso, quiero agradecer a Dios por las bendiciones que me ha dado, razón por la que he ido a un rincón de la casa y estando ahí oré y recité el Corán hasta que escuché el llamado a la oración de la mañana y fui a la mezquita y tan pronto como amaneció decidí ayunar ese día y repetir esto durante tres días y tres noches. Si lo he hecho, pero esto lo considero muy poco comparado con lo que Dios me ha dado; pero si Dios quiere, haré feliz a esa chica y la haré satisfecha esta noche.”

Entonces el Mensajero de Dios, la paz de Dios sea con él y su bendita familia, envió a alguien a donde Ziad y le informó sobre la declaración de Juwaibir , y la familia de Ziad entonces estuvo feliz con esta noticia.

Así que el Profeta dijo:

"Juwaibir también cumplió lo que había prometido.”

Finalmente, el Mensajero de Dios salió con sus compañeros a una batalla  de defensa, siendo acompañado por Juwaibir, el cual fue martirizado en esa batalla y quedando Zalfa viuda muy pronto, no siendo ninguna viuda de los Ansar o auxiliadores,  tan importante como ella y no hubo otra mujer de entre los Ansar, que los nobles de esa tierra estuvieran tan dispuestos y deseosos de casarse con ella.

Con esto, llegamos al final de nuestro cuento de esta semana, el cual nos ha regalado una exquisita enseñanza de humildad, igualdad, bondad, humanismo, sensibilidad, valores todos proporcionados por el islam donde se expone el rechazo al racismo, donde el más importante valor no es la riqueza de un individuo, si no su piedad, además de ver como se construyó una sociedad basada en la excelencia del individuo, sobre sus valores y belleza interna, uniendo y dando oportunidades a todos por igual para así construir una sociedad fuerte y sólida en el reconocimiento de nuestra naturaleza y de lo Divino. 

Sin más nos despedimos, deseándote lo mejor de este y el otro mundo, tanto a ti como a tus seres queridos. Por favor cuídate y hasta la próxima.

Al-Kafi, tomo 5, Página 339

El sitio web de FatimaTV está licenciado bajo una Licencia
Internacional de Creative Commons Attribution 4.0.

Fatima TV

Fatima TV

Descripción

Transcripción

🌟 ¡Bienvenidos a "Los Cuentos de la Semana" en FátimaTV! 🌟
Prepárense para sumergirse en una fascinante historia de amor, igualdad y humildad que se remonta a los tiempos del Profeta Muhammad (P). En "Criterios del Matrimonio", exploraremos las enseñanzas del Profeta sobre las relaciones humanas, la aceptación y la importancia de la piedad sobre la riqueza y la belleza externa. 💖✨
Este relato, basado en el libro Al-Kafi del erudito shiita Sheikh Kulaini, nos transporta a una época donde la sociedad se construía sobre valores sólidos y la compasión reinaba. Descubre cómo un hombre aparentemente desfavorecido, Juwaibir, se convierte en el protagonista de una historia que desafía las normas sociales y nos enseña valiosas lecciones sobre igualdad, amor y gratitud. 📖🌍
Acompáñanos mientras exploramos las decisiones del Profeta que desafían los estándares convencionales y cómo estas decisiones impactaron la vida de Juwaibir y Zalfa. ¿Cuál es el verdadero criterio para las relaciones humanas? ¿Quién tiene el derecho de establecer esos estándares?
Sumérgete en este cuento lleno de humanismo, sensibilidad y valores islámicos que nos recuerdan la importancia de la humildad y la igualdad en la construcción de una sociedad fuerte y unida.
¡No te pierdas esta cautivadora historia que dejará una huella duradera en tu corazón! ¡Hasta la próxima entrega de "Los Cuentos de la Semana" en FátimaTV! 🚀🌟

En el nombre de Dios. Hola. Sean una vez más bienvenidos al programa “Los cuentos de la semana” de Fátimatv.

Desde hace miles de años en lo lejano de la antigüedad y desde esos ya casi invisibles tiempos remotos, la humanidad ha regulado sus relaciones con base en principios, ya que no todos los brazos han estado abiertos para todos y no todas las sonrisas pueden estar dispuestas para todos.

Los seres humanos, han constituido límites para sí mismos y nadie aceptaría a nadie, desde el vínculo del matrimonio, la amistad o el compañerismo, excepto donde primen ciertos criterios que dispongan límites específicos.

La esencia de este tema no es en sí en lo absoluto nada malo, pero el eje de este cuento, parte de la pregunta ¿cuál es el criterio base que regiría sobre las relaciones humanas y sobre que base se determina? ¿Y quién tiene derecho a determinar este estándar?

Esta historia es sobre el modelo dispuesto por nuestro Profeta Muhammad  (BPD) y su sagrada descendencia, quienes los han establecido para nosotros.

Así que no te pierdas esta hermosa historia.

Criterios del matrimonio

El Sheikh Kulaini, quien es uno de los más grandes eruditos shiitas y su libro Al Kafi, el cual, es uno de los libros de hadices más confiables, y en el cual se expone una narración de Abu Hamza al-Thumali - ابوحمزه ثمالی, (uno de los grandes compañeros del Imam Sayyad y el Imam Baqir, la paz sea con ellos,) narra esta historia maravillosa, contada por el mismo Abu Hamza quien expone que:

“[Un día] estaba con el Imam Muhammad Baqir (la paz sea con él) cuando un hombre le pidió permiso para entrar, por lo que el Imam le permitió ingresar a donde estaba el Imam y el hombre entonces le saludó después de entrar, a lo que el Imam también le dio la bienvenida y lo acercó a donde sí y le preguntó sobre su estado.”

Entonces el hombre dijo: 

“¡Te sacrificaré! Le propuse matrimonio a la hija de uno de tus shiitas, pero me dio una respuesta negativa debido a mi cara fea, mi necesidad y soledad, y me apartó de forma humillante. ¡Y entonces, me puse tan triste por esto, que deseaba morir!”

Por lo que el Imam Baqir (P) respondió:

“Dirígete a él nuevamente para pedir una vez más a su hija en matrimonio y dile que el Imam Baqir (P) dice que su hija sea casada con Manhaj bin Riyah - منحَج بن ریاح, quien es uno de sus amigos, y que no lo rechace.”

Abu Hamzah dijo: 

“¡Ese hombre, es decir, Manhaj bin Riyah saltó en el aire con alegría y fue rápidamente a entregar la carta del Imam.”

Cuando ese hombre se fue, el Imam Baqir (la paz sea con él) dijo:

“Un hombre de Yamamah - یَمامَة, cuyo nombre era Juwaibir - جُوَیبِرْ, acudió  adonde el Mensajero de Dios, la paz sea con él y su familia, para aceptar el Islam. Así que una vez que aceptó al Islam, este hombre ser convirtió en un buen musulmán. El era  de Sudán y era bajito, de cara fea  y sin dinero.

Como estaba solo y no tenía nada en su haber, el Profeta lo tomó bajo su protección y ordenó darle unos tres kilos de dátiles para que se distribuyesen entre los pobres, así también le dio dos prendas de vestir y le dijo que se quedara en la mezquita y durmiera allí por la noche. 

Fue así como en la mezquita, vivió durante mucho tiempo, hasta que el número de personas en abandono y necesitadas que se convertían al Islam en Medina aumentó y la mezquita no podía ya darles más acomodo.

Por lo tanto, Dios reveló al Profeta que debía sacar a quienes habitaban en la mezquita y cerrar toda puerta que diese hacia ella, excepto la puerta de la casa de Ali y Fátima (P), ordenando también en esta revelación que nadie en estado "junub" (árabe: جُنُب ) pasase por la mezquita y durmiese en ella.”

Voy a hacer un paréntesis acá y es que el vocablo Janaba (árabe: جَنابَة ) es un término jurisprudencial que significa un estado de no pureza o no tahir que es el resultado de por ejemplo una descarga seminal o mantener relaciones sexuales, entre otras causas. La persona que se encuentra en este estado se llama "junub" (árabe: جُنُب ), razón por la cual según la jurisprudencia islámica, está prohibido realizar algunos actos de culto como la oración , el ayuno , el hajj y el ingreso a la mezquita en ese estado de impureza, siendo que mediante el ghusl al-janaba o ablución mayor, uno sale de este estado.

Siguiendo con el relato, el Imam Baqir continuó contando que:

“Entonces el Mensajero de Dios ordenó cerrar todas las puertas excepto la puerta de la casa de Ali y dejando la residencia de la Señora Fátima tal como estaba. También ordenó que se hiciera un dosel para los musulmanes el cual fue erigido para ellos de acuerdo con la orden del Profeta, y este se convirtió en el lugar que llamaron Suffah - صُفَّه.

Entonces envió a que ese grupo de conversos que estaban en necesidad y soledad, a los sin techo y demás necesitados, a este lugar para que con comodidad pudiesen pasar allí el día y la noche.

El Mensajero de Dios también los cuidó, proporcionándoles trigo, dátiles y cebada, y debido a la compasión del Profeta por ellos, otros musulmanes también hicieron cosas en su bienestar y les mostraron compasión gastando su dinero en limosna para ellos."

El Profeta una vez le dijo amablemente a Juwaibir - جُوَیبِرْ:

“Oh Juwaibir, deseo que te cases con una mujer para que puedas ser casto con su ayuda y ella te ayudará en los asuntos de este mundo y en alcanzar la felicidad en el Más Allá."

Por lo que Juwaibir dijo: “¡Oh Mensajero de Dios, que mis padres sean sacrificados por ti! ¿Quién estará interesado en mí?
¡Juro por Dios, que no tengo nobleza de origen, ni riqueza, ni belleza! ¿Cuál mujer aceptará casarse conmigo?”

Siendo que el Mensajero de Dios le dijo:

“¡Oh Juwaibir! En verdad, con el Islam, Dios humilló a quienes eran honorables durante la era de la ignorancia e hizo honorable a quienes estaban en los más bajos e inútiles estratos sociales en esa era. Y a través del Islam, hizo queridos a todos los que fueron humillados en la era de la ignorancia. Y Dios, a través del Islam, destruyó la jactancia y el desdén de las tribus, así como el valor que le daban al linaje y el racismos durante esa era de Jahiliyyah o ignorancia.

Por lo tanto, hoy en día, todas las personas, ya sean blancas o negras, de Quraysh, árabes o no árabes, son todas de Adán, ¡y Adán fue creado por Dios del barro!
En verdad, el más noble de vosotros ante Dios es quien posee mayor piedad. -   إِنَّ أَكْرَمَكُمْ عِندَ اللَّهِ أَتْقَاكُم”

“¡Oh Juwaibir! No veo superioridad sobre ti para ninguno de los musulmanes, excepto para alguien que es más piadoso y obediente a Dios que tú.”

Entonces el Profeta siguió diciendo:

“¡Oh Juwaibir! Ve a donde Ziad ibn Labid - زیاد بن لبید. En verdad, el es una de las personas más nobles de la tribu Bani Bayazah - بَیاضَة en términos de nobleza de origen y dile:  ¡He sido enviado por el Profeta hacia ti, y Muhammad (P) dice que haga que tu hija Zalfa - ذَلفاء  sea casada con Juwaibir!

Así que Juwaibir fue a donde Ziad ibn Labid con el mensaje del Profeta y entró en su casa mientras, este honorable hombre compartía con toda su familia.

Después de entrar, Juwaibir saludó y dijo: 

"Oh, Ziad ibn Labid, ciertamente he venido de donde el Mensajero de Dios para darte un mensaje." ¿Debo expresar ese deseo abiertamente o en secreto?

Por lo que Ziad bin Labid dijo: 

“¡Dilo abiertamente! ¡Porque este mensaje (que es de parte del Profeta) es mi honor y orgullo!”

Ante esta respuesta, Juwaibir dijo: 

“En verdad, el Mensajero de Dios, la paz de Dios sea con y su familia, te dice que hagas que tu hija Zalfa - ذَلفاء sea casada con Juwaibir.”

Entonces Ziad dijo: 

¡Oh Juwaibir! ¿El Mensajero de Dios mismo realmente te envió a mí para este propósito?

Y Juwaibir dijo: 

Sí, no soy yo quien para atribuirle una mentira al Mensajero de Dios.

Ziad dijo: 

“No aceptamos que nuestras hijas se casen con alguien que no sean nuestros homólogos de los Ansar.
Así que oh Juwaibir, regresa para que yo mismo pueda reunirme con el Mensajero de Dios y decirle mi excusa.”

Entonces Juwaibir volvió, diciéndose a sí mismo:

“El Corán no fue revelado para este propósito, ni la profecía de Muhammad, la paz de Dios sea con él y su bendita familia, fue revelada para tal cosa.”

Así que Zalfa, al joven hija de Ziad,  escuchó lo que dijo mientras ella estaba en su refugio.

Por eso envió un mensaje a su padre que decía: 

“Ven a donde mí."

Por lo que rápidamente entonces su padre vino a donde ella y Zalfa le dijo:

“¿Cuál fue esa palabra que escuché de ti y le decías a Juwaibir?”

Su padre dijo: 

"Juwaibir me dijo que el Mensajero de Dios lo envió, para pedir en matrimonio a mi hija con Juwaibir.”

Y Zalfa respondió: 

"Por Dios, Juwaibir no es el que miente acerca del Mensajero de Dios. Así que envía a alguien para que te traiga de regreso a Juwaibir.”

Así fue como Ziad envió un mensajero que llegó a donde Juwaibir y lo trajo de regreso; e inmediatamente Ziad le dijo: 

“¡Oh Juwaibir! bienvenido. Tranquilízate y pronto volveré a donde ti.”

Entonces Ziad se fue a donde el Mensajero de Dios y le dijo:

“Que mis padres sean sacrificados por ti. Juwaibir me trajo tu mensaje. Pero no fui amable con él en mi discurso, y creo que hubiera sido mejor verte primero. Honestamente, no nos casamos con nadie excepto con nuestros homólogos de entre los Ansar.”

El Profeta dijo: 

“¡Oh Ziad! Juwaibir es un hombre creyente, y un hombre creyente es igual (homólogo) a una mujer creyente y una persona musulmana es igual (homólogo) a una mujer musulmana. ¡Oh Ziad! Haz que Juwaibir se case con tu hija y no le des la espalda.”

Ziad regresó a su casa y fue donde su hija y le contó todo lo que había escuchado del Mensajero de Dios.

Y Zalfa  dijo: 

“Si desobedeces al Profeta, te convertirás en un incrédulo. Por lo tanto, haz que me case con Juwaibir.”

Entonces Ziad llevó a Juwaibir entre su familia e hizo que su hija se casase con él, de acuerdo con la tradición de Dios y Su Mensajero y se hizo cargo de su dote.

Fue como también Ziad proporcionó el ajuar para esa chica y le preparó todo para su comodidad. Entonces mandó a buscar a Juwaibir y le dijo: ¿Tienes una casa donde podamos enviar a esta chica?

Entonces Juwaibir dijo: 

“¡Juro por Dios, que no tengo hogar!”

Por lo tanto, prepararon para ellos una casa y una cama y también le proporcionaron a Juwaibir buenas ropas y llevaron a Zalfa a su nueva casa ,para que finalmente pudiera estar con Juwaibir su esposo.

Fue así que cuando Juwaibir vio a la novia, miró la casa, los muebles y el olor agradable que perfumaba su hogar, se fue a un rincón de la casa y desde ese momento se inclinó y postro orando en agradecimiento a Dios, así mismo, dedicaba parte del tiempo en la recitación del Corán, hasta el amanecer y cuando llegó el tiempo de la llamada a la oración de la mañana, tan pronto como escuchó el azhan o llamado al rezo, salió de la casa, seguido por su esposa quien también fue a hacer la ablución y la oración de la mañana. 

Al amanecer la familia de Zalfa le preguntó: 

“¿Juwaibir te tocó?”

Y Zalfa dijo: 

“Para ser honesta, él siempre estuvo leyendo el Corán y rezando hasta que escuchó el llamado a la oración de la mañana y salió.”

Es así que se cuenta que cuando llegó la segunda noche, ¡Juwaibir volvió a hacer lo mismo que había hecho la primera noche!

La familia de Zalfa  ocultó este tema a su padre, Ziad.

Pero cuando hizo lo mismo en la tercera noche, le informaron al padre de Zalfa sobre esto, por lo que él fue ante el Mensajero de Dios y le dijo:

"¡Mis padres sean sacrificados por ti, oh Mensajero de Dios! Me dijiste que hiciese que mi hija se casase con Juwaibir, mientras que él no era igual a nosotros, pero obedeciéndote a ti, me vi obligado a aceptar y llevar a cabo este matrimonio, pero…”

Entonces el Profeta dijo: 

“¿Qué cosa mala viste en él?”

A lo que Ziad dijo: 

“De hecho, preparamos una casa para el matrimonio con muebles, y enviamos a mi hija a esa casa, y trajimos a Juwaibir  para que conviviera con mi hija por la noche, pero Juwaibir no le habló en absoluto y ni siquiera la miró. ¡Ni siquiera Juwaibir se ha acercado a mi hija!

Más bien, simplemente fue a una de las esquinas de la casa, y pasó toda la noche recitando el Corán, rezando, inclinándose y postrándose hasta que escuchó el llamado a la oración de la mañana y nuevamente salió a orar, repitiendo esto la segunda y tercera noche.

¡Entonces pareciera que no le gustan las mujeres! ¡Así que por favor, resuelva este problema usted mismo!”

Una vez Ziad dijo estas cosas al Profeta; regresó a su casa.

Rápidamente, el Profeta de Dios llamó a Juwaibir y le dijo: 

"¿Acaso no te acercas a las mujeres?”

Por lo que Juwaibir respondió: 

"¿No soy acaso un hombre? ¡Sí, oh Mensajero de Dios! Me gustan mucho las mujeres!”

Y el Profeta dijo: 

“¡Me han comunicado lo contrario de lo que me has respondido! De hecho, me han informado que la familia de tu esposa, les ha proporcionado una casa, cama y todo lo necesario para una vida y que has ido a casa por la noche y no has mirado, hablado o estado cerca de tu esposa en todo el tiempo que llevas de casado. ¿Por qué?”

Y Juwaibir dijo: 

“¡Oh Mensajero de Dios! Entré en una casa grande y vi una cama y muebles y una muchacha hermosa y fragante y al verlos, recordé mis días solitarios y llenos de necesidad, así como de los demás días junto con otros necesitados.

Por eso, quiero agradecer a Dios por las bendiciones que me ha dado, razón por la que he ido a un rincón de la casa y estando ahí oré y recité el Corán hasta que escuché el llamado a la oración de la mañana y fui a la mezquita y tan pronto como amaneció decidí ayunar ese día y repetir esto durante tres días y tres noches. Si lo he hecho, pero esto lo considero muy poco comparado con lo que Dios me ha dado; pero si Dios quiere, haré feliz a esa chica y la haré satisfecha esta noche.”

Entonces el Mensajero de Dios, la paz de Dios sea con él y su bendita familia, envió a alguien a donde Ziad y le informó sobre la declaración de Juwaibir , y la familia de Ziad entonces estuvo feliz con esta noticia.

Así que el Profeta dijo:

"Juwaibir también cumplió lo que había prometido.”

Finalmente, el Mensajero de Dios salió con sus compañeros a una batalla  de defensa, siendo acompañado por Juwaibir, el cual fue martirizado en esa batalla y quedando Zalfa viuda muy pronto, no siendo ninguna viuda de los Ansar o auxiliadores,  tan importante como ella y no hubo otra mujer de entre los Ansar, que los nobles de esa tierra estuvieran tan dispuestos y deseosos de casarse con ella.

Con esto, llegamos al final de nuestro cuento de esta semana, el cual nos ha regalado una exquisita enseñanza de humildad, igualdad, bondad, humanismo, sensibilidad, valores todos proporcionados por el islam donde se expone el rechazo al racismo, donde el más importante valor no es la riqueza de un individuo, si no su piedad, además de ver como se construyó una sociedad basada en la excelencia del individuo, sobre sus valores y belleza interna, uniendo y dando oportunidades a todos por igual para así construir una sociedad fuerte y sólida en el reconocimiento de nuestra naturaleza y de lo Divino. 

Sin más nos despedimos, deseándote lo mejor de este y el otro mundo, tanto a ti como a tus seres queridos. Por favor cuídate y hasta la próxima.

Al-Kafi, tomo 5, Página 339