Cómo Honrar a Nuestros Padres Después de su Muerte
Bienvenidos y bienvenidas a un nuevo episodio de FátimaTV.
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Queridos hermanos y hermanas,
Hoy quiero hablarles sobre una enseñanza muy profunda del Islam: el respeto y la bondad hacia los padres, incluso después de su muerte.
En una narración transmitida por Abu Usayd al-Ansari, se cuenta que un hombre de la tribu de Banu Salama vino al Mensajero de Dios, la paz y las bendiciones sean con él y su bendita familia, y le preguntó:
"¿Queda algo del buen trato hacia mis padres que yo pueda hacer por ellos después de su muerte?"
El Profeta, la paz sea con él y su bendita familia, respondió:
"Sí. Son cinco cosas:
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Enviar bendiciones y pedir misericordia para ellos,
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Pedir perdón para ellos,
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Cumplir sus promesas,
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Honrar a sus amigos,
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Mantener los lazos familiares que solo se conectan a través de ellos."
Esta narración nos enseña que el amor y el respeto hacia nuestros padres no terminan con su muerte. Todavía podemos ser hijos e hijas piadosos cumpliendo estos cinco deberes.
Por ejemplo, si tu madre tenía una amiga cercana, visítala, salúdala, respétala. Si tu padre tenía un compromiso que no pudo cumplir, intenta tú cumplirlo en su lugar. Recuerda mencionarlos en tus súplicas, y pide siempre a Dios que les conceda Su perdón y Su misericordia.
Queridos hermanos, el verdadero amor por nuestros padres no se olvida cuando ellos ya no están. Se demuestra con acciones sinceras, incluso después de su partida.
Pidamos a Dios que nos ayude a ser agradecidos y respetuosos con nuestros padres en vida y después de su muerte.
Muchas gracias.
وَ رَوَى أَبُو أُسَيْدٍ اَلْأَنْصَارِيُّ قَالَ: بَيْنَا نَحْنُ عِنْدَ رَسُولِ اَللَّهِ صَلَّى اَللَّهُ عَلَيْهِ وَ آلِهِ إِذْ جَاءَهُ رَجُلٌ مِنْ بَنِي سَلَمَةَ فَقَالَ: يَا رَسُولَ اَللَّهِ هَلْ بَقِيَ مِنْ بِرِّ أَبَوَيَّ شَيْءٌ أَبَرُّهُمَا بِهِ بَعْدَ مَوْتِهِمَا ؟ قَالَ: نَعَمْ اَلصَّلَوةُ عَلَيْهِمَا، وَ اَلاِسْتِغْفَارُ لَهُمَا، وَ إِنْفَاذُ عَهْدِهِمَا مِنْ بَعْدِهِمَا، وَ إِكْرَامُ صَدِيقِهِمَا، وَ صِلَةُ اَلرَّحِمِ اَلَّتِي لاَ تُوصَلُ إِلاَّ بِهِمَا
تفسير نور الثقلين ج ۳، ص ۱۵۱