En el nombre de Dios el Clementísimo el Misericoriosísimo
Hola, hoy vamos a hablar acerca de recordar a Dios.
Durante el día ¿qué tanto recuerdas a Dios? ¿qué tanto pides por Su ayuda?
(Música)
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El Gran Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él y su bendita familia) siempre iniciaba todo acto recordando a Dios y diciendo “En el nombre sea de Dios, el Clementísimo, el Misericoriosísimo”.
Dios Todopoderoso dice:
﴿يَا أَيُّهَا الَّذِينَ آَمَنُوا اذْكُرُوا اللَّهَ ذِكْرًا كَثِيرًا * وَسَبِّحُوهُ بُكْرَةً وَأَصِيلًا﴾
“¡Oh, creyentes! ¡Recordad mucho a Dios * y glorificadle mañana y tarde!”
(Capítulo 33, Los partidos, versículos 41 y 42)
Claro está, debemos saber que la mención y el recuerdo de Dios no tiene ningún beneficio para la esencia pura de Él, sino que todos sus beneficios son para nosotros, los siervos.
Pongan atención a este versículo coránico:
﴿وَقَالَ مُوسَى إِنْ تَكْفُرُوا أَنْتُمْ وَمَنْ فِي الْأَرْضِ جَمِيعًا فَإِنَّ اللَّهَ لَغَنِيٌّ حَمِيدٌ﴾
“Y dijo Moisés: «Aunque no creáis, vosotros y todos los que están sobre la Tierra, en verdad, Dios se basta a Sí mismo, es Digno de Alabanza». (Capítulo 14, Abraham, versículo 8)
De igual modo, Dios dice explícitamente en el Generoso Corán que cualquier cosa que hagamos, sea para bien o para mal, sus ganancias y pérdidas solo regresarán a nosotros.
﴿إِنْ أَحْسَنْتُمْ أَحْسَنْتُمْ لِأَنْفُسِكُمْ وَإِنْ أَسَأْتُمْ فَلَهَا﴾
“En verdad, si hacéis el bien lo haréis en vuestro propio beneficio y si hacéis el mal lo haréis en vuestro propio perjuicio”. (Capítulo 17, El viaje nocturno, versículo 7)
Durante nuestra existencia como seres humanos todo es necesidad, la necesidad del Creador del Universo que creó a todas las criaturas. Este tema se indica claramente en el Sagrado Corán. Dios Todopoderoso dice:
﴿يَا أَيُّهَا النَّاسُ أَنْتُمُ الْفُقَرَاءُ إِلَى اللَّهِ وَاللَّهُ هُوَ الْغَنِيُّ الْحَمِيدُ﴾
“¡Oh, humanos! Vosotros sois los necesitados de Dios y Dios es el Autosuficiente, el Rico por sí mismo, el Digno de alabanza.” (Capítulo 35, Fater, versículo15)
Adoramos a Dios porque nosotros estamos necesitados de esta adoración. A Dios le pedimos por todas nuestras necesidades, pero Dios no necesita de nuestra adoración.
Dios en el Corán dice:
﴿فَاذْكُرُونِي أَذْكُرْكُمْ وَاشْكُرُوا لِي وَلَا تَكْفُرُونِ﴾
“Recordadme, pues, y Yo os recordaré y sed agradecidos conmigo y no ocultéis Mis favores”. (Capítulo 2, La vaca, versículo 152)
En realidad, entre Dios y sus siervos existe una relación recíproca.
Se trata de una negociación de muchas ganancias. El Generoso Corán expresa de forma clara que si negociamos con Dios ello no nos ocasionará ninguna pérdida ni mengua, por el contrario, ganaremos de forma total.
﴿إِنَّ الَّذِينَ يَتْلُونَ كِتَابَ اللَّهِ وَأَقَامُوا الصَّلَاةَ وَأَنْفَقُوا مِمَّا رَزَقْنَاهُمْ سِرًّا وَعَلَانِيَةً يَرْجُونَ تِجَارَةً لَنْ تَبُورَ﴾
“En verdad, quienes recitan la Escritura de Dios y hacen la oración y reparten secreta y abiertamente de lo que nosotros les hemos proveído esperan realizar una transacción que no tiene perjuicio”. (Capítulo 35, Fater, versículo 29)
En realidad, decir “En el nombre de Dios, el Clementísimo, el Misericordiosísimo” y dar inicio a nuestros actos recordando a Dios significa confiar en Él, es pedir Su ayuda y asistencia. Por ello es fundamental prestar atención a este asunto de que Dios es el Poder Supremo y sólo debemos pedirle ayuda a Él.
‘Abdullah ibn ‘Abbas narró que el Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean para él y su bendita famillia) le dijo:
“Si toda la gente del mundo se une y todos juntos quieren ocasionarte una pérdida que Dios no quiera, no podrán hacerlo; y si toda la creación del Universo se une y quiere hacer algo beneficioso para ti lo cual Dios Todopoderoso no quiera, no podrán”.
Cuando iniciamos un acto, ignoramos cuál será su fin y lo que nos espera, es por eso que debemos confiar en Dios en todos los momentos de la vida.
﴿وَمَا تَدْرِي نَفْسٌ مَاذَا تَكْسِبُ غَدًا وَمَا تَدْرِي نَفْسٌ بِأَيِّ أَرْضٍ تَمُوتُ إِنَّ اللَّهَ عَلِيمٌ خَبِيرٌ﴾
“…Y ningún ser sabe lo que obtendrá mañana y nadie sabe en qué tierra ha de morir. En verdad, Dios todo lo sabe, está bien informado”. (Capítulo 31, Luqman, versículo 34)
El ser humano necesita tranquilidad y sosiego en su vida. El recuerdo de Dios le otorga esa tranquilidad. En cambio, alejarse del recuerdo de Dios provocará su caída en la vida. El Corán dice:
﴿وَمَنْ أَعْرَضَ عَنْ ذِكْرِي فَإِنَّ لَهُ مَعِيشَةً ضَنْكًا…﴾
“Pero quien se aparte de Mi recuerdo tendrá una vida difícil…”. (Capítulo 20, TaHa, versìculo 124)
Apartarse de Dios significa que el hombre ha perdido todo; el peor castigo que éste puede experimentar es verse privado del recuerdo de Dios.
Esperamos que hayas disfrutado este PODCAST, quedamos a la espera de tus mensajes de voz a través de WhatsApp.
¡Hasta pronto!