En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso
Hola,
Bienvenidos al programa del cuento de la semana, estamos en el mes lunar de Muharram del año 61 del calendario árabe. En este mes el Imam Husain (la paz sea con él), nieto del último Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones sean con él y su bendita familia) junto con sus seguidores y fieles compañeros alcanzaron el martirio por medio de los peores y más crueles hombres. El levantamiento del Imam Husain fue por Dios y por proteger la religión divina. Hasta los últimos momentos de su vida, el Señor de los Mártires, trató de guiar a la humanidad hacia la felicidad. Hoy vamos a relatarles en forma condensada el suceso del martirio del honorable 'Ali Akbar, hijo del Imam Husein (la paz sea con ellos dos), el día  de Ashura.
Escuchemos el cuento de esta semana.

En el nombre sea de Dios el Clemente el Misericordioso
Ali Akbar, un grito de valentía y lealtad

El imam Husein (la paz sea con él) nunca fue quien inició el enfrentamiento en Karbala, sino que muchas veces invitó a Yazid y sus seguidores a través de varios sermones, con el fin de hacer las paces y dejar de luchar. Con ello deseaba impedir una confrontación violenta cuyo resultado sería la destrucción. Solo un pequeño grupo aceptó la guía y se adhirió a las filas del imam Husein. 
La guerra inició en Ashura o décimo día del mes de Muharram, con un ataque ofensivo por parte de las tropas enemigas. El método utilizado en aquella época para combatir consistía primero en luchar cuerpo  a cuerpo, entraban al campo de batalla presentando y vanagloriando a la persona y su linaje. Mientras los fieles compañeros del imam Husein estuvieron con vida, nunca permitieron combatir a los Bani Hashem ni al linaje del Profeta (la paz y bendiciones de Dios sean con él y su bendita familia), y ellos mismos peleaban valientemente hasta que alcanzaban el martirio. La lucha, el combate y el martirio de Bani Hashem comenzó después del martirio de los fieles compañeros. Después de que los compañeros (no hachemitas) del imam Husein fueron asesinados y no quedó nadie excepto su Ahl Bay o familia, es decir los hijos del imam ‘Ali, los hijos de Ya’far, los hijos de Aqil, los hijos del Imam Hasan y sus propios hijos (la paz sea con todos ellos), se reunieron y despidieron los unos de los otros, y decidieron combatir. En realidad, ellos eran la familia del Profeta. Fue así como, entre salió al frente ‘Ali Akbar, joven de los Bani Hasem, de bello rostro y buen carácter. Él fue el primero en alistarse para el combate, se presentó ante su padre y le pidió permiso para lidiar. Su padre accedió, sin embargo, desesperanzado, miró la figura de su hijo, bajó la vista y lloró. Luego dijo: “¡Dios mío! Sé testigo de que este joven que ha ido a combatir con esta gente es el más parecido a Tu Mensajero en su  rostro, carácter y forma de hablar, tanto así que cuando yo sentía ansias de ver al Profeta, miraba a este joven”.
El valor del honorable Ali Akbar (la paz sea con él)
Entonces Ali ebn al-Husein atacó mientras se vanagloriaba así: 
أنا علی بن حسین بن علی
نِحن و بیت الله أولی بالنبی
والله لا یحکم فینا ابن الدَّعی
أطعَنُکم بالرُّمح حتی یَنثنی
أضرِبكم بالسَّیف حتی یَلتوی
ضرب غلامِ هاشِمی علوی
 منم علی فرزند حسین به علی
“Yo soy ‘Ali, hijo de Husein ebn ‘Ali,
“Juro por el Dios de la Ka’abah, nosotros somos los preferibles para suceder al Profeta 
“Juro por Dios que este bastardo (Ebn Ziad) no gobernará sobre nosotros
“Los lesionaré tanto con la lanza, hasta que se doble,
“Y los heriré tanto con la espada, hasta que ésta se tuerza 
“Este es el golpe de un joven Hashemi-e Alavi”.
‘Ali Akbar continuaba guerreando hasta que se levantaron los gemidos de la gente de Kufa ya que había matado a muchos.
‘Ali Akbar y el rechazo de la “carta de amparo”
En ese momento, un hombre de Sham llamó a ‘Ali Akbar y dijo: “Tienes parentesco con Yazid por parte materna, si quieres te damos amparo para que te dirijas a donde quieras”. El honorable ‘Ali Akbar contestó: “Respetar el parentesco con el Mensajero de Dios es mejor que respetar el parentesco con Abu Sufyan”, y continuó combatiendo. Después de que el honorable ‘Ali Akbar mantuvo un fuerte enfrentamiento y mató a muchos, regresó ante su padre y le dijo: “Mi querido padre, la sed me está matando y el peso de esta armadura de hierro me impacienta. ¿Acaso tenemos agua?” El Imam llorando le contestó: “Querido hijo ¿de dónde saco agua? Combate un poco más que muy pronto te encontrarás con tu ancestro el Mensajero de Dios y te saciaras de su abundante copa, que después de esto nunca más volverás a sentir la sed”.
El martirio del honorable ‘Ali Akbar
‘Ali Akbar regresó al campo de batalla y nuevamente atacó al enemigo. Esta vez se vanaglorió de la siguiente manera: “Las verdades de la guerra se mostraron, los verdaderos guerreros se manifestaron. ¡Juro por Dios creador del Trono Celestial!, no los dejaremos hasta que termine la guerra y las espadas estén envainadas”.
El enemigo había cerrado al imam Husein y sus fieles compañeros el camino para alcanzar el agua, pero ‘Ali Akbar, a pesar de la gran sed que sentía, combatió con valentia y gran poder contra los enemigos e incluso llegó a matar a un gran número de ellos. Siguió combatiendo con fiereza hasta que Murra ebn Munqedh al-'Abdi le asestó un sablazo que le hizo caer sobre el cuello de su montura. La copiosa sangre que brotaba de este honorable nubló la vista del animal y este no pudo encontrar el camino de regreso, así que condujo a su jinete hacia las filas del enemigo y no hacia las carpas del imam Huseini, en donde el despiadado e impío que le había herido, descuartizó el bendito cuerpo desvanecido de ‘Ali Akbar .
En los úntimos momentos de su vida ‘Ali Akbar exclamó: 
یا أبتاه عليك مني السلام هذا جدي يُقرِئك السلام و يقول لك عجِّل القُدومَ علينا
“¡Dios te proteja, mi querido padre! Este es mi abuelo el Menasjero de Dios que te saluda y dice: «Apresúrate, ven hacia mí»”. Entonces gritó y murió.
Husein se le acercó y se colocó a su cabeza, luego puso su rostro sobre el rostro de su hijo y dijo: 
“Que tan ruda y atrevida se ha vuelto esta gente hacia Dios y viola el respeto hacia Su Mensajero, después de ti, ¡este mundo no vale nada!”
En ese momento la honorable Zainab, hija de la honorable Fátima (la paz sea con ellas dos) salió apresurada de las carpas gritando: “¡Ayyy mi hermano! ¡Ayyy mi sobrino!” Luego se dirigió hacia el cuerpo de ‘Ali Akbar y cayó desvanecida sobre este. Husein se le acercó y la llevó de regreso a las carpas. Entonces el Imam dijo a sus jóvenes: “Cargad a vuestro hermano”. Los jovenes lo llevaron y colocaron frente a la carpa donde estaban combatiendo.
Acto seguido el imam Husein volteó hacia el enemigo y dijo así: “¡Dios mio! Estos son los que nos invitaron para ayudarnos; pero no nos respetaron, nos mataron. ¡Oh Dios!, paraliza la lluvia del cielo sobre ellos y prohíbe las abundancias de la tierra hacia ellos, y si por un tiempo los has beneficiado con Tus bendiciones, pero haz que se dividan entre ellos, y conviértelos en sectas y grupos dispersos, y haz siempre que sus gobernantes no estén satisfechos de ellos".