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Descripción

¡Bienvenidos a la sección "Los cuentos de la semana" de FátimaTV! En esta ocasión, les presentamos el emocionante relato titulado "Ahmad ibn Musa, una lámpara de guía y lealtad". Este cuento nos transporta a un momento crucial en la historia de los musulmanes, donde tras el martirio del Imam Musa Kazim (P), la atención se centra en Ahmad ibn Musa, su hijo mayor. ¿Será él el próximo líder de los musulmanes? Únete a nosotros para descubrir la sorprendente respuesta y presenciar un discurso lleno de valentía y lealtad. Sin embargo, la trama se complica cuando Ahmad ibn Musa se ve envuelto en una peligrosa situación, enfrentándose a un gobernador implacable y enfrentando la triste noticia del martirio de su hermano. ¿Logrará cumplir su misión y mantenerse firme en su fe? No te pierdas este cuento cargado de emoción, devoción y sacrificio. ¡Suscríbete y acompáñanos en esta increíble historia llena de enseñanzas y valores!

Transcripción

En el nombre de Dios, sean una vez más bienvenidos a la sección “Los cuentos de la semana” de FátimaTV. El cuento de esta semana fue extraído de una narración del valioso libro Bihar al-Anwar del difunto Al.lamah Majlisi sobre Hazrat Ahmad ibn Musa (P) 

 

Así que sin más preámbulos les invito a escuchar juntos el cuento de esta semana.

Ahmad ibn Musa, una lámpara de guía y lealtad

Después del martirio del Imam Musa Kazim (P) y cuando la noticia de su muerte se propagó en Medina, la gente se reunió en la puerta de la casa de Umm-e Ahmad, la amada esposa del Imam Musa ibn Ya’far (P).

Luego de esto, todos ellos acompañados por Ahmad ibn Musa (P), el hijo mayor del Imam, se dirigieron directo a la mezquita a la espera de un acontecimiento especial, ya que debido a la gran personalidad de Ahmad ibn Musa (P), todos pensaban que después del martirio del Imam Musa Kazim (P), él sería el sucesor y próximo Imam o guía inmaculada de los musulmanes.

Por ello todos los que estaban ahí, pactaron con él jurándole lealtad y él también pactó con ellos; luego subió a lo alto del púlpito y pronunció un fluido y elocuente discurso en el cual dijo:

“¡Oh gente!, así como todos ustedes me han jurado lealtad ahora, les informo que yo mismo soy leal a mi hermano ‘Ali Ibn Musa (P). Después de mi padre, él es el Imam, el califa legítimo y guardián de Dios. Tanto yo como ustedes estamos obligados, por parte de Dios y Su Mensajero, a obedecerle en todo lo que ordene”.

Después de eso, Ahmad ibn Musa (P) habló mucho sobre las virtudes de su hermano ‘Ali ibn Musa al Rida (P) y todos los presentes escucharon atentos sus palabras, luego de ello salieron de la mezquita, mientras que Ahmad ibn Musa (P) caminaba por delante, hasta que llegaron a donde se encontraba el Imam Rida (P) y atestiguaron el imamato de este honorable guía.

Luego de esto, todos pactaron lealtad con el Imam Rida (P) y este honorable oró por su hermano (Ahmad ibn Musa) de la siguiente manera:

“Así como no ocultaste ni manchaste la verdad, que Dios no te manche en este mundo ni en el Más Allá”.

Se sabe con certeza que durante aquellos tiempos el califa abasí, Ma’mun, con el fin de reprimir las contiendas shi’itas y consolidar el inestable califato abasí, impuso su sucesión al Imam Rida (P) y pese a la oposición del Imam, Ma’mun en el año 197 de la Hégira Lunar, ordena que transfieran al Imam Rida de Medina a Tus (localidad del Irán actual).

La bendita presencia del octavo Imam (P) en  el Jorasán (provincia norteña de Irán) hace que los shi’itas y los adeptos y amantes de la descendencia purificada del Ahlul-Bayt del Profeta Muhammad (BPD) se trasladen a Irán desde diferentes lugares para visitar al rostro radiante del liderazgo y la tutela pura de los musulmanes.

Se establece en muchos relatos y documentos compilados por grandes historiadores, que Hazrat Ahmad ibn Musa (P) también, durante los mismos años en los que el Imam Rida (P) vivió en Marv y Jorasán, (aproximadamente entre los años 198 y 203 de la Hégira Lunar) estaba ansioso por ver a su hermano el bendito Imam Al Rida (P) , razón por la que el Imam Rida (P); junto con otros de sus dos hermanos llamados Muhammad y Hussein, así como por un numeroso grupo de sobrinos, parientes y seguidores del Imamato o shi’itas, (llegando a ser aproximadamente dos o tres mil personas), se dirige al Jorasán hoy Mashhad del Irán moderno a través de Basora Iraq, y por cada ciudad y pueblo que pasaban, incrementaba su número de acompañantes, de tal modo que algunos historiadores registraron que el número total de compañeros de Ahmad ibn Musa (P) llegó a ser cerca de quince mil personas.

En esta situación, a pesar de los engaños y mentiras de Ma’mun Abbasi, destinados para distorsionar la posición de la wilayat o supremacía divina del Ahlul Bait (P) y la imagen científica del Imam Rida (P) así como su absoluta e indudable como evidencia de Dios y sus victorias;  aumentaron el odio de Ma’mun Abbasi y finalmente en el año 203 de la Hégira Lunar este honorable Imam fue envenenado y martirizado.

Cuando Ma’mun se entera que Ahmad ibn Musa (P) va rumbo al Jorasán, percibe la inminente llegada de los hermanos del Imam Rida, al centro de su gobierno como una seria amenaza total a la ya muy delicada situación que reinaba en ese momento de la historia y es cuando teme que los hermanos del Imam y sus seguidores o shi’itas conspiren contra él y su poder ilegítimo, siendo entonces en esos momentos que ordena a todos sus gobernantes que por donde cruce la caravana de Bani Hashim, se impida de cualquier manera su avance y se les haga volver a Medina o matarlos.

Es entonces que en la ciudad de Shiraz (ubicada en el sur de Irán) y antes de que llegase la caravana de Ahmad ibn Musa (P), el gobernador de Fars llamado Qutlugh Khan, (el cual como paréntesis debemos recordar, era un hombre despiadado y sanguinario) salió de la ciudad acompañado de un gran ejército y en las afueras de Shiraz, acampó ante la caravana de Ahmad ibn Musa (P).

Ahmad ibn Musa (P) se enfrentó a Qutlugh Khan a cincuenta kilómetros de la ciudad de Shiraz en donde los dos grupos mantuvieron una difícil batalla, pero se dio que en ese momento uno de las tropas enemigas difundió la noticia del martirio del Imam ‘Ali ibn Musa al-Rida (P), y es ahí en donde el sanguinario Khan le dijo a Ahmad ibn Musa: “Si tienes la intención de ver a tu hermano ‘Ali ibn Musa al-Rida (P), debes saber que falleció”.

Como resultado de este engaño y conspiración del enemigo, muchos de los compañeros de Ahmad ibn Musa se dispersaron y huyeron, quedando sólo algunos de sus familiares y hermanos.

Fue así entonces que como resultado, después de una dura batalla, el honorable Ahmad ibn Musa, que se encontraba sólo y desamparado, fue perseguido por el enemigo y martirizado en donde hoy día se encuentra su honorable tumba.

El Sheij Mufid menciona a Ahmad ibn Musa (P) en su libro “Al-Irshad” con honor y grandeza. Diciendo: “Ahmad ibn Musa (P) era una persona bondadosa, virtuosa, ilustre y honorable; era amado por su padre y preferido a los demás. El Imam Kazim (P) le dio su granja, que era conocida como "Yasirah" y Ahmad ibn Musa ibn Ya'far (P) por medio de ésta otorgó la libertad a mil esclavos.

El Sheij Mufid transmite también una narración de Ismael ibn Musa ibn Ya’far (P) que dice: “En un viaje, veinte de los sirvientes de mi padre estaban con Ahmad y lo respetaban. Cada vez que Ahmad se levantaba o se sentaba, ellos, por respeto, también lo hacían. Mi padre siempre se preocupó por Ahmad y nunca lo descuidó”.

Hoy, el santuario sagrado de este honorable descendiente de Imam, es un lugar al que peregrinan los amantes y devotos de Ahlul Bayt, la inmune y pura familia del Profeta.

 

Hemos llegado el fin del cuento de esta semana, esperando de corazón que haya sido de utilidad y una herramienta de aprendizaje, rogamos a Dios, Exaltado Sea, les otorgue a ustedes y sus seres queridos lo mejor de esta y la otra vida, por favor cuídense y hasta la siguiente semana con un nuevo cuento.

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¡Bienvenidos a la sección "Los cuentos de la semana" de FátimaTV! En esta ocasión, les presentamos el emocionante relato titulado "Ahmad ibn Musa, una lámpara de guía y lealtad". Este cuento nos transporta a un momento crucial en la historia de los musulmanes, donde tras el martirio del Imam Musa Kazim (P), la atención se centra en Ahmad ibn Musa, su hijo mayor. ¿Será él el próximo líder de los musulmanes? Únete a nosotros para descubrir la sorprendente respuesta y presenciar un discurso lleno de valentía y lealtad. Sin embargo, la trama se complica cuando Ahmad ibn Musa se ve envuelto en una peligrosa situación, enfrentándose a un gobernador implacable y enfrentando la triste noticia del martirio de su hermano. ¿Logrará cumplir su misión y mantenerse firme en su fe? No te pierdas este cuento cargado de emoción, devoción y sacrificio. ¡Suscríbete y acompáñanos en esta increíble historia llena de enseñanzas y valores!

En el nombre de Dios, sean una vez más bienvenidos a la sección “Los cuentos de la semana” de FátimaTV. El cuento de esta semana fue extraído de una narración del valioso libro Bihar al-Anwar del difunto Al.lamah Majlisi sobre Hazrat Ahmad ibn Musa (P) 

 

Así que sin más preámbulos les invito a escuchar juntos el cuento de esta semana.

Ahmad ibn Musa, una lámpara de guía y lealtad

Después del martirio del Imam Musa Kazim (P) y cuando la noticia de su muerte se propagó en Medina, la gente se reunió en la puerta de la casa de Umm-e Ahmad, la amada esposa del Imam Musa ibn Ya’far (P).

Luego de esto, todos ellos acompañados por Ahmad ibn Musa (P), el hijo mayor del Imam, se dirigieron directo a la mezquita a la espera de un acontecimiento especial, ya que debido a la gran personalidad de Ahmad ibn Musa (P), todos pensaban que después del martirio del Imam Musa Kazim (P), él sería el sucesor y próximo Imam o guía inmaculada de los musulmanes.

Por ello todos los que estaban ahí, pactaron con él jurándole lealtad y él también pactó con ellos; luego subió a lo alto del púlpito y pronunció un fluido y elocuente discurso en el cual dijo:

“¡Oh gente!, así como todos ustedes me han jurado lealtad ahora, les informo que yo mismo soy leal a mi hermano ‘Ali Ibn Musa (P). Después de mi padre, él es el Imam, el califa legítimo y guardián de Dios. Tanto yo como ustedes estamos obligados, por parte de Dios y Su Mensajero, a obedecerle en todo lo que ordene”.

Después de eso, Ahmad ibn Musa (P) habló mucho sobre las virtudes de su hermano ‘Ali ibn Musa al Rida (P) y todos los presentes escucharon atentos sus palabras, luego de ello salieron de la mezquita, mientras que Ahmad ibn Musa (P) caminaba por delante, hasta que llegaron a donde se encontraba el Imam Rida (P) y atestiguaron el imamato de este honorable guía.

Luego de esto, todos pactaron lealtad con el Imam Rida (P) y este honorable oró por su hermano (Ahmad ibn Musa) de la siguiente manera:

“Así como no ocultaste ni manchaste la verdad, que Dios no te manche en este mundo ni en el Más Allá”.

Se sabe con certeza que durante aquellos tiempos el califa abasí, Ma’mun, con el fin de reprimir las contiendas shi’itas y consolidar el inestable califato abasí, impuso su sucesión al Imam Rida (P) y pese a la oposición del Imam, Ma’mun en el año 197 de la Hégira Lunar, ordena que transfieran al Imam Rida de Medina a Tus (localidad del Irán actual).

La bendita presencia del octavo Imam (P) en  el Jorasán (provincia norteña de Irán) hace que los shi’itas y los adeptos y amantes de la descendencia purificada del Ahlul-Bayt del Profeta Muhammad (BPD) se trasladen a Irán desde diferentes lugares para visitar al rostro radiante del liderazgo y la tutela pura de los musulmanes.

Se establece en muchos relatos y documentos compilados por grandes historiadores, que Hazrat Ahmad ibn Musa (P) también, durante los mismos años en los que el Imam Rida (P) vivió en Marv y Jorasán, (aproximadamente entre los años 198 y 203 de la Hégira Lunar) estaba ansioso por ver a su hermano el bendito Imam Al Rida (P) , razón por la que el Imam Rida (P); junto con otros de sus dos hermanos llamados Muhammad y Hussein, así como por un numeroso grupo de sobrinos, parientes y seguidores del Imamato o shi’itas, (llegando a ser aproximadamente dos o tres mil personas), se dirige al Jorasán hoy Mashhad del Irán moderno a través de Basora Iraq, y por cada ciudad y pueblo que pasaban, incrementaba su número de acompañantes, de tal modo que algunos historiadores registraron que el número total de compañeros de Ahmad ibn Musa (P) llegó a ser cerca de quince mil personas.

En esta situación, a pesar de los engaños y mentiras de Ma’mun Abbasi, destinados para distorsionar la posición de la wilayat o supremacía divina del Ahlul Bait (P) y la imagen científica del Imam Rida (P) así como su absoluta e indudable como evidencia de Dios y sus victorias;  aumentaron el odio de Ma’mun Abbasi y finalmente en el año 203 de la Hégira Lunar este honorable Imam fue envenenado y martirizado.

Cuando Ma’mun se entera que Ahmad ibn Musa (P) va rumbo al Jorasán, percibe la inminente llegada de los hermanos del Imam Rida, al centro de su gobierno como una seria amenaza total a la ya muy delicada situación que reinaba en ese momento de la historia y es cuando teme que los hermanos del Imam y sus seguidores o shi’itas conspiren contra él y su poder ilegítimo, siendo entonces en esos momentos que ordena a todos sus gobernantes que por donde cruce la caravana de Bani Hashim, se impida de cualquier manera su avance y se les haga volver a Medina o matarlos.

Es entonces que en la ciudad de Shiraz (ubicada en el sur de Irán) y antes de que llegase la caravana de Ahmad ibn Musa (P), el gobernador de Fars llamado Qutlugh Khan, (el cual como paréntesis debemos recordar, era un hombre despiadado y sanguinario) salió de la ciudad acompañado de un gran ejército y en las afueras de Shiraz, acampó ante la caravana de Ahmad ibn Musa (P).

Ahmad ibn Musa (P) se enfrentó a Qutlugh Khan a cincuenta kilómetros de la ciudad de Shiraz en donde los dos grupos mantuvieron una difícil batalla, pero se dio que en ese momento uno de las tropas enemigas difundió la noticia del martirio del Imam ‘Ali ibn Musa al-Rida (P), y es ahí en donde el sanguinario Khan le dijo a Ahmad ibn Musa: “Si tienes la intención de ver a tu hermano ‘Ali ibn Musa al-Rida (P), debes saber que falleció”.

Como resultado de este engaño y conspiración del enemigo, muchos de los compañeros de Ahmad ibn Musa se dispersaron y huyeron, quedando sólo algunos de sus familiares y hermanos.

Fue así entonces que como resultado, después de una dura batalla, el honorable Ahmad ibn Musa, que se encontraba sólo y desamparado, fue perseguido por el enemigo y martirizado en donde hoy día se encuentra su honorable tumba.

El Sheij Mufid menciona a Ahmad ibn Musa (P) en su libro “Al-Irshad” con honor y grandeza. Diciendo: “Ahmad ibn Musa (P) era una persona bondadosa, virtuosa, ilustre y honorable; era amado por su padre y preferido a los demás. El Imam Kazim (P) le dio su granja, que era conocida como "Yasirah" y Ahmad ibn Musa ibn Ya'far (P) por medio de ésta otorgó la libertad a mil esclavos.

El Sheij Mufid transmite también una narración de Ismael ibn Musa ibn Ya’far (P) que dice: “En un viaje, veinte de los sirvientes de mi padre estaban con Ahmad y lo respetaban. Cada vez que Ahmad se levantaba o se sentaba, ellos, por respeto, también lo hacían. Mi padre siempre se preocupó por Ahmad y nunca lo descuidó”.

Hoy, el santuario sagrado de este honorable descendiente de Imam, es un lugar al que peregrinan los amantes y devotos de Ahlul Bayt, la inmune y pura familia del Profeta.

 

Hemos llegado el fin del cuento de esta semana, esperando de corazón que haya sido de utilidad y una herramienta de aprendizaje, rogamos a Dios, Exaltado Sea, les otorgue a ustedes y sus seres queridos lo mejor de esta y la otra vida, por favor cuídense y hasta la siguiente semana con un nuevo cuento.