En el nombre de Dios. Hola.
Te damos una vez más la más cordial bienvenida a la sección "LOS CUENTOS DE LA SEMANA de FátimaTV".
Una persona debe aceptar la verdad y ser justa en cualquier posición en la que se encuentre. Si por ejemplo he estado siguiendo un camino equivocado durante 40 años, no hay razón para continuar el mismo camino durante un año más y sumarlo a un cuadragésimo primer.
Lo único que debe ser criterio y razón para continuar una creencia o un pensamiento es la verdad, incluso si se ha entendido mal ese derecho y verdad.
Dios no nos ha ordenado que debemos llegar a la realidad, comprender los temas y las cosas exactamente como realmente son, no fue y no siempre es posible para todos.
Nuestra comprensión de algunas cosas hoy es diferente que la comprensión de los asuntos en años anteriores, como, por ejemplo, es diferente la forma que como de adultos podemos comprender algunos asuntos en comparación a como lo comprendimos durante la adolescencia. Aunque ese asunto o tema en particular sigue siendo el mismo, o sea, no ha cambiado, lo que, si ha cambiado más bien, es la comprensión de ese tema en particular.
Nuestro Dios Misericordioso no nos ha pedido que no caigamos en el error, porque este asunto está fuera de nuestro control, pero lo que nos pidió es que tratásemos de saber y actuar sobre lo que sabemos y donde entendamos que nos equivocamos, aceptar de buena gana la verdad y volvernos hacia al camino correcto desde ese mismo día y en esa misma hora sin retraso.
Nuestra historia de hoy es acerca de aceptar la verdad. Prestemos atención a las diferentes dimensiones de aceptar juntos la verdad, para que así podamos elegir lo correcto, poniendo como ejemplo ese comportamiento justo en los momentos críticos de la vida, lo cual, ¡Si! Significa elegir solo y solo el camino correcto.
Aceptemos la verdad
Fuente de la Historia: Bihar al-Anwar, Volumen 46, página 22
أَقُولُ قَالَ الشَّیْخُ جَعْفَرُ بْنُ نَمَاءٍ فِی کِتَابِ أَحْوَالِ الْمُخْتَارِ عَنْ أَبِی بُجَیْرٍ عَالِمِ الْأَهْوَازِ وَ کَانَ یَقُولُ بِإِمَامَةِ ابْنِ الْحَنَفِیَّةِ قَالَ: حَجَجْتُ فَلَقِیتُ إِمَامِی وَ کُنْتُ یَوْماً عِنْدَهُ فَمَرَّ بِهِ غُلَامٌ شَابٌّ فَسَلَّمَ عَلَیْهِ فَقَامَ فَتَلَقَّاهُ وَ قَبَّلَ مَا بَیْنَ عَیْنَیْهِ وَ خَاطَبَهُ بِالسِّیَادَةِ
Ibn Nama Hil-li ابن نَمَاء حِلی fue un famoso erudito chiíta que vivió alrededor del año 600 d. H. (es decir, alrededor del año 1200 d. C.), narró una historia sobre Abu Bujair أَبو بُجَیْر en su libro Ahwal Al-Mukhtar أَحْوَالِ الْمُخْتَار, misma que será nuestro cuento de hoy y que escucharemos juntos a partir de este momento.
Abu Bujair أَبو بُجَیْر fue uno de los eruditos de gran importancia de la ciudad de Ahwaz اهواز y quien llegase más tarde a ser gobernador de allí. Sin embargo, en su juventud, se había convertido en uno de los seguidores de la secta Kaysaniyya کَیسانِیَّة la cual creía en el Imamato de Muhammad bin Al-Hanafiyyah, hijo del Imam Ali, la paz sea con él.
En resumen, ya sea por error o probablemente por no reconocer y encontrar al Imam infalible, creyó en el imamato de una persona que no tenía las condiciones para ser Imam y estaba en un error, quisiera o no.
Este erudito, Abu Bujair أَبو بُجَیْر narró su propia historia de la siguiente manera:
“Un día, durante el viaje del Hajj (peregrinación a la Mecca), vi a mi Imam (es decir, Muhammad bin Hanafiyah), con quien más adelante en uno de esos días me pude reunir y estar junto a él. Fue así como justo cuando estando en su compañía, se le acercó un joven y lo saludó, razón por la que Muhammad bin Hanafiyah se puso de pie de inmediato al verle y fue de prisa a encontrarse con ese joven, a quien lo besó en la frente y le dio mucho respeto, no cesando en su honra y forma interminable de respeto, mostrando así el (Muhammad Bin Hanafiyah) mucha humildad frente a esta persona joven.
وَ مَضَی الْغُلَامُ وَ عَادَ مُحَمَّدٌ إِلَی مَکَانِهِ- فَقُلْتُ لَهُ عِنْدَ اللَّهِ أَحْتَسِبُ عَنَایَ فَقَالَ وَ کَیْفَ ذَاکَ قُلْتُ لِأَنَّا نَعْتَقِدُ أَنَّکَ الْإِمَامُ الْمُفْتَرَضُ الطَّاعَةُ تَقُومُ تَتَلَقَّی هَذَا الْغُلَامَ وَ تَقُولُ لَهُ یَا سَیِّدِی
Abu Bujair أَبو بُجَیْر, quien se sorprendió mucho al ver esta escena, dijo:
“Luego de que este joven se retirase y Muhammad bin Hanafiyah retornase a su lugar, me volví hacia donde él y le dije:
“¡Puse mis sufrimientos y penalidades en la cuenta de Dios [que Él me dará algo de Su gracia, y excepto por lo que vi, creo que es poco probable que haya una recompensa para mí]!”
Muhammad bin Hanafiyah dijo: “¿Por qué dices eso?”
A lo que le respondí: “¡Porque creemos que eres un Imam cuyo seguimiento es obligatorio, pero te levantas y vas a encontrarte con este joven otorgándole tus respetos de la forma que los has hecho!”
فَقَالَ نَعَمْ هُوَ وَ اللَّهِ إِمَامِی
Por lo que Muhammad bin Hanafiyah se volvió y me dijo: “¡Sí! ¡Juro por Dios que (ese joven) es mi Imam!”
فَقُلْتُ وَ مَنْ هَذَا
A lo que sorprendido le pregunté: “¿Quién es él?”
قَالَ عَلِیٌّ ابْنُ أَخِیَ الْحُسَیْنِ علیه السلام
Y Muhammad bin Hanafiyah dijo:
“Él es el hijo de mi hermano Hussein, la paz sea con él.
اعْلَمْ أَنِّی نَازَعْتُهُ الْإِمَامَةَ وَ نَازَعَنِی فَقَالَ لِی أَ تَرْضَی بِالْحَجَرِ الْأَسْوَدِ حَکَماً بَیْنِی وَ بَیْنَکَ
Sépase que [anteriormente] él y yo tuvimos una disputa sobre el asunto del Imamato y me dijo:
“¿Estarías satisfecho con que Hayar al-Aswad sea el árbitro entre tú y yo [y ella ponga fin a la diferencia de opinión entre nosotros?]”
فَقُلْتُ وَ کَیْفَ نَحْتَکِمُ إِلَی حَجَرٍ جَمَادٍ
Por lo que le dije: “¿Cómo podemos poner como nuestro juez a una piedra sólida e inanimada?”
فَقَالَ إِنَّ إِمَاماً لَا یُکَلِّمُهُ الْجَمَادُ فَلَیْسَ بِإِمَامٍ
Así que dijo (en respuesta a mi asombro y pregunta):
“De hecho, aquella persona que reclamase ser Imam y con el que los seres inanimados no hablasen, ¡no es un Imam en absoluto!”
فَاسْتَحْیَیْتُ مِنْ ذَلِکَ وَ قُلْتُ بَیْنِی وَ بَیْنَکَ الْحَجَرُ الْأَسْوَدُ
Fue así como me avergoncé [por sus palabras] y dije:
“¡Que así sea! ¡Que Hayar al-Aswad sea el juez entre tú y yo!”
فَقَصَدْنَا الْحَجَرَ وَ صَلَّی وَ صَلَّیْتُ وَ تَقَدَّمَ إِلَیْهِ وَ قَالَ أَسْأَلُکَ بِالَّذِی أَوْدَعَکَ مَوَاثِیقَ الْعِبَادِ لِتَشْهَدَ لَهُمْ بِالْمُوَافَاةِ إِلَّا أَخْبَرْتَنَا مَنِ الْإِمَامُ مِنَّا
Por lo que seguido, fuimos a donde está el Hajar al-Aswad [y a petición suya oré ante él y le pedí a Dios que hiciera que la piedra hablara por mí, pero no obtuve respuesta y la piedra permaneció en silencio]
Pero él, el hijo de mi hermano Al Hussain (P) oró y fue hacia Hayar al-Aswad y dijo:
“Te pido que nos digas cuál de nosotros es el Imam, por derecho de Dios que puso en ti los pactos de los siervos para que puedas testificar su fidelidad.”
فَنَطَقَ وَ اللَّهِ الْحَجَرُ وَ قَالَ یَا مُحَمَّدُ سَلِّمِ الْأَمْرَ إِلَی ابْنِ أَخِیکَ فَهُوَ أَحَقُّ بِهِ مِنْکَ وَ هُوَ إِمَامُکَ وَ تَحَلْحَلَ حَتَّی ظَنَنْتُهُ یَسْقُطُ فَأَذْعَنْتُ بِإِمَامَتِهِ وَ دِنْتُ لَهُ بِفَرْضِ طَاعَتِهِ قَالَ أَبُو بُجَیْرٍ فَانْصَرَفْتُ مِنْ عِنْدِهِ وَ قَدْ دِنْتُ بِإِمَامَةِ عَلِیِّ بْنِ الْحُسَیْنِ علیهما السلام وَ تَرَکْتُ الْقَوْلَ بِالْکَیْسَانِیَّةِ
Así que luego de su súplica, juro por Dios que esa piedra habló y dijo:
¡Oh Muhammad, siéntete satisfecho con el Imamato del hijo de tu hermano! ¡Porque se lo merece más que tú y es tu Imam! ¡Y esa piedra temblaba tanto, que pensé que se iba a caer! [En resumen, cuando escuché esto] me confesé a su Imamato y lo acepté.
Abu Bujair أَبو بُجَیْر entonces continuó diciendo:
“Regresé después al Hajj. Creyendo entonces en el Imamato de Ali ibn al-Hussein, la paz sea con él y de inmediato dejé de creer en la secta Kaysaniyya کَیسانِیَّة.”
Antes de finalizar el cuento quiero que sepan que Hayar al-Aswad (en árabe: الحجر الأسود, La Piedra Negra) es una antigua piedra que se encuentra ubicada en la esquina oriental de la Kaaba, a 1.5 metros por encima de la tierra. Esta piedra tiene una historia especial, y por lo tanto; se considera sagrada entre los musulmanes. Incluso, era respetada también durante la época preislámica. Sin embargo, nunca fue adorada, incluso durante la época de la idolatría, sino que siempre fue considerada un símbolo del monoteísmo, y el rechazo del politeísmo.
…
Finalmente, si, un Imam con el que la piedra no habla no es un imán en absoluto. Así es como se debe conocer al Imam, en poder sostener que tienen la capacidad de poder pedir a Dios por milagros.
Debe haber equidad y en cada posición y posición en general, cuando entendemos la verdad, debemos aceptarla.
Seamos como todos los buscadores de la Verdad en la historia.
No me queda más que despedirme no sin antes rogar a Dios te otorgue lo mejor de esta y la otra vida a tí como a tus seres queridos, por favor cuídate, comparte nuestro contenido y hasta la próxima semana