Al-Hariz ibn al-Mughira o su padre, dijo: Le pregunté a Abu Abdil-lah [el Imam Sadiq], la paz sea con él:
¿Qué había en el testamento de Luqmán (el Sabio)?
Respondió: Había en él cosas asombrosas, y lo más sorprendente fue cuando le dijo a su hijo: Teme a Dios, Poderoso y Majestuoso, con un temor tal que, incluso si Le llegaras con las buenas obras de los dos mundos (humanos y yinnes), Él podría castigarte; y ten esperanza en Dios, tal que, aunque Le llegaras con los pecados de los dos mundos, Él sería Misericordioso contigo.
Luego, el Imam Sadiq, la paz sea con él, añadió: Mi padre (el Imam Baqir) solía decir:
No hay ningún siervo creyente sin que en su corazón haya dos luces: una luz de temor (a Allah) y una luz de esperanza (en Él). Si se pesara una, no superaría a la otra, y si se pesara la otra, no superaría a la primera.