El Imam Sadiq, la paz sea con él, dijo:
Ciertamente, Dios, por medio de aquellos de nuestros seguidores (o chiitas) que rezan, repele (el castigo) de quienes no rezan entre chiitas, y si todos dejaran la oración, perecerían; y Dios, por medio de aquellos de chiitas que pagan el zakat (el diezmo obligatorio en el Islam o la limosna destinada a los necesitados), repele el castigo de quienes no pagan el zakat, y si todos dejaran el zakat, perecerían. Dios, por medio de aquellos que realizan el Hajj (la peregrinación mayor) entre chiitas, repele (el castigo) de quienes no lo realizan, y si todos dejaran el Hajj, perecerían. (Es decir, el castigo en este mundo para aquellos que no cumplen sus deberes religiosos se suspende gracias a la existencia de quienes los practican). Y es la palabra de Dios, exaltado sea:
وَلَوْلاَ دَفْعُ اللهِ النَّاسَ بَعْضَهُمْ بِبَعْضٍ لَفَسَدَتِ الأَرْضُ وَلَكِنَّ اللهَ ذُو فَضْلٍ عَلَى الْعَالَمِينَ
«Si Dios no impidiera que unos hombres fueran repelidos por otros, la tierra se corrompería; pero Dios es generoso con toda la humanidad» [Corán, 2:251].
¡Juro por Dios! Este versículo no fue revelado sino sobre vosotros (los chiitas o seguidores del Profeta y Ahlul-Bait), y no se refiere a nadie más.