El Imam Sadiq, la paz sea con él, tuvo un amigo; este no se separaba del Imam, así que cada vez que Imam Sadiq iba a algún lugar, casi siempre lo acompañaba. Una vez caminaban juntos en el mercado de los zapateros. El hombre había traído uno de sus criados quien era un joven de Sind, (es una zona en actual Pakistán y su pueblo no era musulmán). Este caminaba detrás de ellos. En cierto momento, el amo del joven se volteó tres veces buscando a su esclavo, pero no lo encontró. Cuando miró por cuarta vez, ya lo vio y le dijo:
¿Dónde estabas hijo de una mujer prostituta?
En este momento Imam Sadiq, se levantó la mano y se golpeó en la frente y dijo:
“¡Glorificado sea Allah! Estás difamando a su madre. Yo pensaba que tenías piedad, pero parece que no la tienes”.
El hombre dijo excusando: ¡Mi vida se sacrifique por ti!, su madre es una sindiyya idólatra (un término despreciativo para los no musulmanes quiere decir que es una mujer incrédula, así que no importa llamarla prostituta)!
Imam Sadiq, la paz sea con él, dijo:
“¿Acaso no sabes que cada nación tiene su propio matrimonio? Apártate de mí”
El narrador dijo que nunca se vieron juntos hasta que la muerte los separó definitivamente.
En otra versión del mismo relato viene así: Cada nación tiene un matrimonio con el cual se protegen del adulterio.