Sulayman ben Jalid narró que Abu Ya´far [Imam Baquir], la paz sea con él, le dijo:
¡Sulayman! ¿Acaso sabes quién es musulmán?
Dije: Mi vida sea sacrificada por ti, tú lo sabes mejor.
Dijo: El musulmán es quien los otros musulmanes sean a salvo de su lengua y su mano.
Luego dijo: ¿Acaso sabes quién es creyente?
Dije: Tú sabes mejor.
Dijo: El creyente es quien los musulmanes le confían sus bienes y sus vidas, y está prohibido que un musulmán oprima a otro musulmán o deje de apoyarlo (mientras tiene el poder de ayudarlo) o se lo rechace de manera que le causara molestia. (Es decir, si no puede apoyarlo, no tiene derecho para empujarlo o rechazarlo cruelmente, sino que debe excusar con buenas palabras.)