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Descripción

En esta clase analizaremos la resurrección, su definición, sus características y su realidad.

Transcripción

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

Continuamos hablando sobre las creencias de los musulmanes o de la doctrina islámica. Cuando alguien pregunta sobre en qué creemos los musulmanes, siempre se comienza diciendo que el fundamento principal de nuestra creencia es el monoteísmo, es la creencia en Dios, que es un Único Dios para todos los hombres, es el Creador del universo y el Señor del universo; y para que los hombres puedan lograr sus objetivos, su sentido de vida, para que puedan lograr su meta por la cual han sido creados que es la adoración a Dios, que es conocerle a Dios, es obedecerle a Dios, es seguir el camino de Dios, Dios manda una serie de profetas, enviados y mensajeros que puedan guiar al hombre hacia el camino correcto, por el camino recto. Y ese es el segundo principio de la creencia de los musulmanes, la profecía o el profetado de la cual estuvimos hablando en la clase pasada.

La tercera creencia fundamental y el tercer principio de la religión que es común entre las demás religiones monoteístas es el tema de la Resurrección. Todas las religiones generalmente tienen una creencia determinada con respecto a la vida y la muerte, y saben específicamente cuál es el devenir del ser humano. Muchas religiones creen en la reencarnación. Por ejemplo muchas de las religiones del oriente o de la India como en el hinduismo creen en la reencarnación y el regreso de las personas a la vida terrenal o una vida múltiple de los seres que van pasando de cuerpo en cuerpo; mientras que las religiones monoteístas, obviamente, no aceptamos la reencarnación, sino que creemos en la Resurrección.

La Resurrección tiene que ver con el levantarse después de la muerte y el volver a vivir una Vida Eterna, una vida mucho más plena, una vida que para los creyentes se transforma en felicidad y para los incrédulos y malhechores se transforma en dolor y sufrimiento, en castigo. Es conocida la forma en que los monoteístas creen en la vida después de la muerte, con el tema de un Juicio Final en donde los hombres tendrán que responder por sus acciones, sus creencias, sus sentimientos. El tema de la Resurrección obviamente es una cuestión que generalmente nosotros la consideramos como algo dentro de la naturaleza humana, algo innato del ser humano, esa búsqueda de la eternidad y ese desear vivir por siempre y ese escaparle a la muerte, escapar de la debilidad y a la enfermedad; es justamente porque uno innatamente por naturaleza desea el existir por siempre. Entonces muchos de los sabios interpretan que uno de los argumentos de la existencia de la Resurrección y la Vida Eterna o la vida después de la muerte es justamente el hecho del deseo humano. Uno por naturaleza desea existir por siempre, desea el permanecer y no desea perecer, no desea extinguirse.

En la visión de la Resurrección el Corán da algunos ejemplos bien interesantes, como por ejemplo el tema de la muerte y la vida de la tierra. Dice el Corán que de la misma forma que Dios da vida a los vegetales y a las plantas en la tierra después de haber estado muertas — como durante los otoños que caen las hojas de los árboles, se amarillenta las hojas de los árboles o ya no hay frutos ni vegetales y la vegetación pasa a tener un color diferente, sin vida, muchos vegetales mueren— dice: “En la forma en que en la primavera Dios da vida a la vegetación, a los vegetales, a las plantas, a los frutos, a la tierra o revive la tierra, de la misma manera Dios hará revivir a esos cuerpos que han sido enterrados, que terminaron siendo polvo, a esos huesos que terminaron siendo polvo, Dios los hará resucitar, y luego se dirigirán hacia un tribunal de Justicia Divina, donde Dios será quien juzgue tanto las creencias de los hombres, como las acciones de los hombres y el carácter ético y moral de los hombres”. Luego de ese Juicio Final, obviamente cada uno recibirá su sentencia, y aquellos que fueron creyentes y aquellos que actuaron bien en la vida terrenal serán moradores del Paraíso durante la eternidad, y aquellos que han sido malhechores y han sido incrédulos y han dado la espalda a Dios o han desobedecido a Dios y no han cumplido con la Ley Divina, serán dirigidos hacia el Infierno para vivir eternamente.

Obviamente el Corán habla numerosas veces sobre el Paraíso y el Infierno, y como es un tema especializado, en otra oportunidad cuando hablemos con más detalle sobre esta cuestión vamos a poder explicar ciertos temas. Lo que importa es saber que no sólo el Paraíso es lo que nos espera en la otra vida, sino que además del Paraíso está la conformidad de Dios, el hecho de que Dios esté conforme de uno, que es considerado como uno de los mayores placeres. Si queremos hacer una comparación, el Paraíso es simplemente la morada de los cuerpos, es como la casa que uno tiene y en donde habita, donde vive, sin embargo el verdadero placer es el del alma, lo que nosotros llamaríamos placeres psicológicos, placeres espirituales, placeres metafísicos. Es por eso que la cercanía de Dios, el poder contemplar esa grandeza divina, esa conformidad divina y el hecho de sentirnos acogidos ante el seno de Dios, es uno de los verdaderos placer que hacen que el ser humano viva en un Paraíso espiritual, en un estado paradisiaco de plenitud y perfección. Entonces son dos las cuestiones que les esperan a los creyentes en la otra vida: una es el Paraíso en la forma que lo indica el Corán que es como la morada de los cuerpos en donde existirán todo tipos de places materiales y físicos, y aquél estado de plenitud paradisiaco que es el estado del alma, el “alma sosegada” que dice el Corán cuando uno regresa hacia Dios, regresa a su Señor, es como cuando Dios creó la realidad, creó la verdad, creó el universo y a las criaturas —entre las cuales se encuentra el ser humano—, ellas se alejaron de su origen. Es como si alguien sale de viaje desde su tierra natal hacia otra tierra, y con la muerte y la Resurrección uno regresa nuevamente a ese estado.

Por eso el Corán dice:

â إِنَّا لِلَّهِ وَ إِنَّا إِلَيْهِ راجِعُونَ á

“Ciertamente de Dios venimos a Dios pertenecemos, somos de Dios y hacia Él regresaremos”.

Es decir que la muerte es considerada para nosotros como un regreso.

Quizás podamos hablar sobre el concepto de la muerte. Nosotros debemos decir en forma resumida que la muerte no es el fin sino que es el traspaso de un estado a otro estado, es un viaje que hace el hombre de la vida terrenal al Más Allá, que comienza en el barsaj o este istmo —que es una especie de puente, una dimensión intermedia o como una barrera entre dos mundos, el mundo de la vida terrenal y este espacio en el cual vivimos durante setenta, ochenta, noventa años— y el Más Allá que es la vida en el Paraíso o en el Infierno.

Entonces la Resurrección es obviamente la lógica de este mundo y de este universo, la lógica de esta creación porque uno
—racionalmente hablando, innatamente hablando— no comprende en forma natural como la existencia puede comenzar con esta realidad que termina transformándose en muerte y en vivir enterrado. O sea es obvio que el ser humano se eleva hacia la perfección constante, por eso la muerte no es más que este paso intermedio hacia una dimensión de mayor perfección y más elevada.

Hasta acá el tema de la Resurrección, en las próximas clases estaremos hablado con más detalle sobre las otras creencias.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU

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Los principios de la Religión (3)

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En esta clase analizaremos la resurrección, su definición, sus características y su realidad.

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

Continuamos hablando sobre las creencias de los musulmanes o de la doctrina islámica. Cuando alguien pregunta sobre en qué creemos los musulmanes, siempre se comienza diciendo que el fundamento principal de nuestra creencia es el monoteísmo, es la creencia en Dios, que es un Único Dios para todos los hombres, es el Creador del universo y el Señor del universo; y para que los hombres puedan lograr sus objetivos, su sentido de vida, para que puedan lograr su meta por la cual han sido creados que es la adoración a Dios, que es conocerle a Dios, es obedecerle a Dios, es seguir el camino de Dios, Dios manda una serie de profetas, enviados y mensajeros que puedan guiar al hombre hacia el camino correcto, por el camino recto. Y ese es el segundo principio de la creencia de los musulmanes, la profecía o el profetado de la cual estuvimos hablando en la clase pasada.

La tercera creencia fundamental y el tercer principio de la religión que es común entre las demás religiones monoteístas es el tema de la Resurrección. Todas las religiones generalmente tienen una creencia determinada con respecto a la vida y la muerte, y saben específicamente cuál es el devenir del ser humano. Muchas religiones creen en la reencarnación. Por ejemplo muchas de las religiones del oriente o de la India como en el hinduismo creen en la reencarnación y el regreso de las personas a la vida terrenal o una vida múltiple de los seres que van pasando de cuerpo en cuerpo; mientras que las religiones monoteístas, obviamente, no aceptamos la reencarnación, sino que creemos en la Resurrección.

La Resurrección tiene que ver con el levantarse después de la muerte y el volver a vivir una Vida Eterna, una vida mucho más plena, una vida que para los creyentes se transforma en felicidad y para los incrédulos y malhechores se transforma en dolor y sufrimiento, en castigo. Es conocida la forma en que los monoteístas creen en la vida después de la muerte, con el tema de un Juicio Final en donde los hombres tendrán que responder por sus acciones, sus creencias, sus sentimientos. El tema de la Resurrección obviamente es una cuestión que generalmente nosotros la consideramos como algo dentro de la naturaleza humana, algo innato del ser humano, esa búsqueda de la eternidad y ese desear vivir por siempre y ese escaparle a la muerte, escapar de la debilidad y a la enfermedad; es justamente porque uno innatamente por naturaleza desea el existir por siempre. Entonces muchos de los sabios interpretan que uno de los argumentos de la existencia de la Resurrección y la Vida Eterna o la vida después de la muerte es justamente el hecho del deseo humano. Uno por naturaleza desea existir por siempre, desea el permanecer y no desea perecer, no desea extinguirse.

En la visión de la Resurrección el Corán da algunos ejemplos bien interesantes, como por ejemplo el tema de la muerte y la vida de la tierra. Dice el Corán que de la misma forma que Dios da vida a los vegetales y a las plantas en la tierra después de haber estado muertas — como durante los otoños que caen las hojas de los árboles, se amarillenta las hojas de los árboles o ya no hay frutos ni vegetales y la vegetación pasa a tener un color diferente, sin vida, muchos vegetales mueren— dice: “En la forma en que en la primavera Dios da vida a la vegetación, a los vegetales, a las plantas, a los frutos, a la tierra o revive la tierra, de la misma manera Dios hará revivir a esos cuerpos que han sido enterrados, que terminaron siendo polvo, a esos huesos que terminaron siendo polvo, Dios los hará resucitar, y luego se dirigirán hacia un tribunal de Justicia Divina, donde Dios será quien juzgue tanto las creencias de los hombres, como las acciones de los hombres y el carácter ético y moral de los hombres”. Luego de ese Juicio Final, obviamente cada uno recibirá su sentencia, y aquellos que fueron creyentes y aquellos que actuaron bien en la vida terrenal serán moradores del Paraíso durante la eternidad, y aquellos que han sido malhechores y han sido incrédulos y han dado la espalda a Dios o han desobedecido a Dios y no han cumplido con la Ley Divina, serán dirigidos hacia el Infierno para vivir eternamente.

Obviamente el Corán habla numerosas veces sobre el Paraíso y el Infierno, y como es un tema especializado, en otra oportunidad cuando hablemos con más detalle sobre esta cuestión vamos a poder explicar ciertos temas. Lo que importa es saber que no sólo el Paraíso es lo que nos espera en la otra vida, sino que además del Paraíso está la conformidad de Dios, el hecho de que Dios esté conforme de uno, que es considerado como uno de los mayores placeres. Si queremos hacer una comparación, el Paraíso es simplemente la morada de los cuerpos, es como la casa que uno tiene y en donde habita, donde vive, sin embargo el verdadero placer es el del alma, lo que nosotros llamaríamos placeres psicológicos, placeres espirituales, placeres metafísicos. Es por eso que la cercanía de Dios, el poder contemplar esa grandeza divina, esa conformidad divina y el hecho de sentirnos acogidos ante el seno de Dios, es uno de los verdaderos placer que hacen que el ser humano viva en un Paraíso espiritual, en un estado paradisiaco de plenitud y perfección. Entonces son dos las cuestiones que les esperan a los creyentes en la otra vida: una es el Paraíso en la forma que lo indica el Corán que es como la morada de los cuerpos en donde existirán todo tipos de places materiales y físicos, y aquél estado de plenitud paradisiaco que es el estado del alma, el “alma sosegada” que dice el Corán cuando uno regresa hacia Dios, regresa a su Señor, es como cuando Dios creó la realidad, creó la verdad, creó el universo y a las criaturas —entre las cuales se encuentra el ser humano—, ellas se alejaron de su origen. Es como si alguien sale de viaje desde su tierra natal hacia otra tierra, y con la muerte y la Resurrección uno regresa nuevamente a ese estado.

Por eso el Corán dice:

â إِنَّا لِلَّهِ وَ إِنَّا إِلَيْهِ راجِعُونَ á

“Ciertamente de Dios venimos a Dios pertenecemos, somos de Dios y hacia Él regresaremos”.

Es decir que la muerte es considerada para nosotros como un regreso.

Quizás podamos hablar sobre el concepto de la muerte. Nosotros debemos decir en forma resumida que la muerte no es el fin sino que es el traspaso de un estado a otro estado, es un viaje que hace el hombre de la vida terrenal al Más Allá, que comienza en el barsaj o este istmo —que es una especie de puente, una dimensión intermedia o como una barrera entre dos mundos, el mundo de la vida terrenal y este espacio en el cual vivimos durante setenta, ochenta, noventa años— y el Más Allá que es la vida en el Paraíso o en el Infierno.

Entonces la Resurrección es obviamente la lógica de este mundo y de este universo, la lógica de esta creación porque uno
—racionalmente hablando, innatamente hablando— no comprende en forma natural como la existencia puede comenzar con esta realidad que termina transformándose en muerte y en vivir enterrado. O sea es obvio que el ser humano se eleva hacia la perfección constante, por eso la muerte no es más que este paso intermedio hacia una dimensión de mayor perfección y más elevada.

Hasta acá el tema de la Resurrección, en las próximas clases estaremos hablado con más detalle sobre las otras creencias.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU