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Descripción

En este discurso el Sheij Suhail habla sobre la segunda fuente principal del Islam; la tradición (sunna) profética. El Sheij explica como el profeta era el Corán corporizado, o el Corán en acción. Dado que profeta fue el ejemplo perfecto del Corán, sus palabras y acciones son un modelo muy importante para todos los musulmanes.

Transcripción

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

Nosotros venimos hablando acerca de las fuentes del Islam. Si recuerdan las últimas dos clases estuvieron dedicadas a la explicación del Corán. Dimos algunas pautas fundamentales para poder entender un poco el fenómeno del Corán aunque de una forma muy resumida. En algún momento dijimos que el Islam tiene dos fuentes fundamentales, de donde tienen su origen todas las ciencias islámicas, todos los conocimientos del Islam, todas las enseñanzas del Islam y la sabiduría del Islam.

Dijimos que la primer fuente es la revelación Divina, o sea lo que conocemos como el Corán, lo que fue reunido después de 23 años de revelación, lo que hoy conocemos como el Libro del Corán. La segunda fuente de las ciencias islámicas y de las enseñanzas (es decir, de donde los musulmanes sacan todo su conocimiento para poder guiar sus vidas) es lo que en árabe llaman la sunnah del Profeta o la tradición profética. Ustedes saben muy bien que en el Islam la revelación representa la fuente más importante, porque es directamente la palabra de Dios y las enseñanzas de Dios a su Profeta, a quien Él eligió como guía y modelo para la humanidad, y que al fin y al cabo el Corán representa la columna fundamental sobre la cual se construye todo pensamiento islámico; la columna fundamental del Islam y el edifico de esta religión.

Sin embargo el Corán no deja de ser un libro. Como ustedes saben muy bien el libro al fin y al cabo, si bien tiene sabiduría, si bien tiene conocimiento, si bien podemos extraer de él las leyes, las normas, las enseñanzas, los principios, los valores, no deja de ser un libro mudo en el sentido de que si alguien quisiera mal interpretar el Corán o parte del Corán o un versículo o intercambiar, digamos, los significados por ciertos conceptos o definir de otra manera lo que el Corán quiere decir, el Corán no tiene forma de defenderse, porque no deja de ser un papel escrito. Entonces uno podría, quizás, en pro de lograr ciertos interés personales o de grupo o partidarios o ideológicos o doctrinarios, basar su propia ideología y sus propios intereses en las teorías supuestamente coránicas. Es decir hacer del Corán una herramienta para defender su propia postura, como ocurre en el mundo islámico que desgraciadamente muchas veces una tergiversación de la interpretación coránica hace que, al fin y al cabo, en la historia veamos grupos que no tienen nada que ver con el espíritu ni coránico ni profético pero que lo hacen en el nombre del Corán. Muchos de estos grupos o personajes que aparecen en la historia del salvajismo islámico o del terrorismo de ciertos grupos basan sus ideologías y teorías en cuestiones que ellos creen que son coránicas, porque simplemente tergiversan muchas de estas interpretaciones o, por ejemplo, olvidan parte del Corán. El Corán mismo habla de aquellos que toman simplemente una parte del Corán, y dejan y abandonan otras partes importantes del éste; o de aquellos que tienen una interpretación parcial de las aleyas o a que intentan tergiversar el significado a nivel idiomático. Entonces creen que tal palabra en vez de significar tal concepto, significa tal otro concepto.

El Corán no tiene forma de defenderse, por lo tanto Dios estableció al lado del Corán otro método que ya no es libro mudo, sino es un ser perfecto, es un hombre y un modelo que en el caso del Islam es el Profeta Muhammad (s). Quiero decir que el Corán tiene que ir de la mano de aquél que enseña el Corán. El Corán tiene que ir de la mano de aquél que interpreta el Corán. Tiene que ir de la mano de aquél que puede esclarecer y aclarar a la gente los verdaderos conceptos del Corán. Entonces tenemos el Corán como la base del pensamiento islámico, la palabra de Dios, las enseñanzas Divinas al Profeta; y tenemos al Profeta Muhammad (s) como el modelo de Corán hecho hombre, o sea: un Corán corporizado, un Corán personificado, un Corán que puede hablar, que puede defenderse, que puede decir “yo significo esto”, que puede decir “se me debe interpretar de esta manera”, y eso es lo que nosotros llamamos la sunnah del Profeta, la tradición profética.

Uno pregunta, bueno, ¿qué es la sunnah según el Islam o, como se puede definir la sunnah del Profeta? La sunnah del Profeta la definen los jurisconsultos y los sabios como tres cuestiones fundamentales:

  • Primero los dichos del Profeta; aquellas palabras que el Profeta dirige a la comunidad, a sus discípulos, a su gente y que terminan siendo narraciones que luego los sabios compilan y quedan escritas hasta nuestros días, en donde muchas de las interpretaciones del Corán y muchas de las enseñanzas son basadas en esas narraciones, en esos dichos que fueron palabras del Profeta.
  • También se considera sunnah todos los actos del Profeta; o sea todo comportamiento y toda conducta profética que es establecida como un modelo a seguir. Es decir que los musulmanes tienen la responsabilidad de continuar esa tradición profética a través de sus propios actos, imitando al Profeta. Es por eso que en la cultura islámica, generalmente, se han mantenido mucha de estas costumbres proféticas que en su momento el Profeta lo hacía como una conducta normal de su vida diaria y cotidiana, y que después los musulmanes lo siguieron al pie de la letra, a tal punto de que hoy en día la cultura islámica está basada en muchas de las manifestaciones de la sunnah profética, o de la tradición del Profeta. Es decir hoy en día los musulmanes, por ejemplo, muchos de ellos que intentan seguir el Islam al pie de la letra tratan de comer de la forma que comía el Profeta; tratan de caminar de la forma que lo hacia el Profeta; tratan de vestirse de la forma que lo hacia el Profeta; tratan de higienizarse de la forma que lo hacia el Profeta; en las relaciones interpersonales, en las relaciones sociales tratan de la forma que lo hacia el Profeta; tratan de educar a sus hijos de la forma que lo hacia el Profeta; tratan de enseñar y aprender de la forma que lo hacia el Profeta. Es decir que el Profeta en su sunnah, en su tradición, dejó detalladamente cada una de las pautas de cómo vivir, desde lo más mínimo hasta lo más máximo; desde el comienzo de la vida del ser humano en la tierra hasta el día de su muerte. El Profeta dejó enseñanzas muy precisas, enseñanzas de cómo gobernar una sociedad, de cómo establecer la justicia social, de cómo hacer una repartición equitativa y justa de las riquezas, de cómo manejar el tema de la defensa de un pueblo, de cómo crear una sociedad justa en donde nadie tenga ningún tipo de problemática social en donde quejarse ante el gobernante. Como ejemplo tenemos el caso del gobierno del Imam ‘Ali (a.s) que en su momento hasta llegó a poner alimento en las cimas de las montañas, en las cumbres de las montañas, para que hasta incluso los pájaros puedan tomar esos alimentos y nadie diga que en el gobierno islámico existe injustica o no hay justicia social, de tal modo que los animales queden hambrientos. En fin, la sunnah profética en materia de conducta y comportamiento abarca todas las acciones del ser humano en cualquier etapa de su vida: desde que nace el niño y hasta antes de que nazca, hasta el día de su muerte y de lo que va a venir después de su muerte, y también existen explicaciones sobre la vida después de la muerte.
  • El tercer punto que también es, digamos, representativo de la sunnah, es lo que llamamos las aprobaciones, en árabe "التقرير" (al-taqrir) que significa acciones de terceros que el Profeta aprobó, ya sea verbalmente o simplemente callándose, lo que en el derecho muchos llaman “silencio”.

Estos son los tres elementos que forman lo que llamamos la sunnah del Profeta o la tradición profética: las acciones del Profeta, los dichos del Profeta y las aprobaciones del Profeta.

En la próxima clase continuaremos hablando un poco acerca de la sunnah del Profeta.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU

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La tradición profética (1)

Descripción

Transcripción

En este discurso el Sheij Suhail habla sobre la segunda fuente principal del Islam; la tradición (sunna) profética. El Sheij explica como el profeta era el Corán corporizado, o el Corán en acción. Dado que profeta fue el ejemplo perfecto del Corán, sus palabras y acciones son un modelo muy importante para todos los musulmanes.

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

Nosotros venimos hablando acerca de las fuentes del Islam. Si recuerdan las últimas dos clases estuvieron dedicadas a la explicación del Corán. Dimos algunas pautas fundamentales para poder entender un poco el fenómeno del Corán aunque de una forma muy resumida. En algún momento dijimos que el Islam tiene dos fuentes fundamentales, de donde tienen su origen todas las ciencias islámicas, todos los conocimientos del Islam, todas las enseñanzas del Islam y la sabiduría del Islam.

Dijimos que la primer fuente es la revelación Divina, o sea lo que conocemos como el Corán, lo que fue reunido después de 23 años de revelación, lo que hoy conocemos como el Libro del Corán. La segunda fuente de las ciencias islámicas y de las enseñanzas (es decir, de donde los musulmanes sacan todo su conocimiento para poder guiar sus vidas) es lo que en árabe llaman la sunnah del Profeta o la tradición profética. Ustedes saben muy bien que en el Islam la revelación representa la fuente más importante, porque es directamente la palabra de Dios y las enseñanzas de Dios a su Profeta, a quien Él eligió como guía y modelo para la humanidad, y que al fin y al cabo el Corán representa la columna fundamental sobre la cual se construye todo pensamiento islámico; la columna fundamental del Islam y el edifico de esta religión.

Sin embargo el Corán no deja de ser un libro. Como ustedes saben muy bien el libro al fin y al cabo, si bien tiene sabiduría, si bien tiene conocimiento, si bien podemos extraer de él las leyes, las normas, las enseñanzas, los principios, los valores, no deja de ser un libro mudo en el sentido de que si alguien quisiera mal interpretar el Corán o parte del Corán o un versículo o intercambiar, digamos, los significados por ciertos conceptos o definir de otra manera lo que el Corán quiere decir, el Corán no tiene forma de defenderse, porque no deja de ser un papel escrito. Entonces uno podría, quizás, en pro de lograr ciertos interés personales o de grupo o partidarios o ideológicos o doctrinarios, basar su propia ideología y sus propios intereses en las teorías supuestamente coránicas. Es decir hacer del Corán una herramienta para defender su propia postura, como ocurre en el mundo islámico que desgraciadamente muchas veces una tergiversación de la interpretación coránica hace que, al fin y al cabo, en la historia veamos grupos que no tienen nada que ver con el espíritu ni coránico ni profético pero que lo hacen en el nombre del Corán. Muchos de estos grupos o personajes que aparecen en la historia del salvajismo islámico o del terrorismo de ciertos grupos basan sus ideologías y teorías en cuestiones que ellos creen que son coránicas, porque simplemente tergiversan muchas de estas interpretaciones o, por ejemplo, olvidan parte del Corán. El Corán mismo habla de aquellos que toman simplemente una parte del Corán, y dejan y abandonan otras partes importantes del éste; o de aquellos que tienen una interpretación parcial de las aleyas o a que intentan tergiversar el significado a nivel idiomático. Entonces creen que tal palabra en vez de significar tal concepto, significa tal otro concepto.

El Corán no tiene forma de defenderse, por lo tanto Dios estableció al lado del Corán otro método que ya no es libro mudo, sino es un ser perfecto, es un hombre y un modelo que en el caso del Islam es el Profeta Muhammad (s). Quiero decir que el Corán tiene que ir de la mano de aquél que enseña el Corán. El Corán tiene que ir de la mano de aquél que interpreta el Corán. Tiene que ir de la mano de aquél que puede esclarecer y aclarar a la gente los verdaderos conceptos del Corán. Entonces tenemos el Corán como la base del pensamiento islámico, la palabra de Dios, las enseñanzas Divinas al Profeta; y tenemos al Profeta Muhammad (s) como el modelo de Corán hecho hombre, o sea: un Corán corporizado, un Corán personificado, un Corán que puede hablar, que puede defenderse, que puede decir “yo significo esto”, que puede decir “se me debe interpretar de esta manera”, y eso es lo que nosotros llamamos la sunnah del Profeta, la tradición profética.

Uno pregunta, bueno, ¿qué es la sunnah según el Islam o, como se puede definir la sunnah del Profeta? La sunnah del Profeta la definen los jurisconsultos y los sabios como tres cuestiones fundamentales:

  • Primero los dichos del Profeta; aquellas palabras que el Profeta dirige a la comunidad, a sus discípulos, a su gente y que terminan siendo narraciones que luego los sabios compilan y quedan escritas hasta nuestros días, en donde muchas de las interpretaciones del Corán y muchas de las enseñanzas son basadas en esas narraciones, en esos dichos que fueron palabras del Profeta.
  • También se considera sunnah todos los actos del Profeta; o sea todo comportamiento y toda conducta profética que es establecida como un modelo a seguir. Es decir que los musulmanes tienen la responsabilidad de continuar esa tradición profética a través de sus propios actos, imitando al Profeta. Es por eso que en la cultura islámica, generalmente, se han mantenido mucha de estas costumbres proféticas que en su momento el Profeta lo hacía como una conducta normal de su vida diaria y cotidiana, y que después los musulmanes lo siguieron al pie de la letra, a tal punto de que hoy en día la cultura islámica está basada en muchas de las manifestaciones de la sunnah profética, o de la tradición del Profeta. Es decir hoy en día los musulmanes, por ejemplo, muchos de ellos que intentan seguir el Islam al pie de la letra tratan de comer de la forma que comía el Profeta; tratan de caminar de la forma que lo hacia el Profeta; tratan de vestirse de la forma que lo hacia el Profeta; tratan de higienizarse de la forma que lo hacia el Profeta; en las relaciones interpersonales, en las relaciones sociales tratan de la forma que lo hacia el Profeta; tratan de educar a sus hijos de la forma que lo hacia el Profeta; tratan de enseñar y aprender de la forma que lo hacia el Profeta. Es decir que el Profeta en su sunnah, en su tradición, dejó detalladamente cada una de las pautas de cómo vivir, desde lo más mínimo hasta lo más máximo; desde el comienzo de la vida del ser humano en la tierra hasta el día de su muerte. El Profeta dejó enseñanzas muy precisas, enseñanzas de cómo gobernar una sociedad, de cómo establecer la justicia social, de cómo hacer una repartición equitativa y justa de las riquezas, de cómo manejar el tema de la defensa de un pueblo, de cómo crear una sociedad justa en donde nadie tenga ningún tipo de problemática social en donde quejarse ante el gobernante. Como ejemplo tenemos el caso del gobierno del Imam ‘Ali (a.s) que en su momento hasta llegó a poner alimento en las cimas de las montañas, en las cumbres de las montañas, para que hasta incluso los pájaros puedan tomar esos alimentos y nadie diga que en el gobierno islámico existe injustica o no hay justicia social, de tal modo que los animales queden hambrientos. En fin, la sunnah profética en materia de conducta y comportamiento abarca todas las acciones del ser humano en cualquier etapa de su vida: desde que nace el niño y hasta antes de que nazca, hasta el día de su muerte y de lo que va a venir después de su muerte, y también existen explicaciones sobre la vida después de la muerte.
  • El tercer punto que también es, digamos, representativo de la sunnah, es lo que llamamos las aprobaciones, en árabe "التقرير" (al-taqrir) que significa acciones de terceros que el Profeta aprobó, ya sea verbalmente o simplemente callándose, lo que en el derecho muchos llaman “silencio”.

Estos son los tres elementos que forman lo que llamamos la sunnah del Profeta o la tradición profética: las acciones del Profeta, los dichos del Profeta y las aprobaciones del Profeta.

En la próxima clase continuaremos hablando un poco acerca de la sunnah del Profeta.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU