En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)
Estamos hablando acerca de la cuestión de la imitación y la forma que los musulmanes tienen acceso a las fuentes del Islam para poder extraer de ellas las leyes del Islam. Queríamos aclarar que muchas veces si uno ve el tema histórico y el desarrollo histórico de la jurisprudencia islámica se da cuenta que en un comienzo —como bien dijimos anteriormente y lo estoy repitiendo simplemente para hacerle recordar— el mismo Profeta era el que se encargaba de comentar y, de alguna manera, explicar y enseñar las leyes practicas a los musulmanes.
Luego tenemos la etapa de los Imames que eran, además de proteger la interpretación del Corán y además de desarrollar las enseñanzas de la jurisprudencia islámica, los encargados de diseminar estas enseñanzas entre los creyentes, los musulmanes y la comunidad islámica. Finalmente con la desaparición o el ocultamiento de Imam Mahdi (a.ÿ) aparece el tema del iytihad o la capacidad de los sabios de poder extraer las leyes de las fuentes primitivas del Islam como son el Corán y la sunnah. Ahí habíamos dicho que en realidad también es parte del plan divino, por eso existen narraciones del mismo Imam Mahdi y de otros Imames, en donde dicen que en la época de la ocultación o del ocultamiento mayor del Imam Mahdi será el tema del Islam una cuestión que se toma a partir de los que narran las narraciones del Imam. En estas narraciones hay una serie de condiciones para el sabio, diciendo que el sabio tiene que ser una persona que conozca a la perfección el Corán y la sunnah, una persona que de alguna manera no desobedezca a Dios, que no cometa pecados capitales ni insista en los pecados pequeños, que sea una persona justa, que sea una persona que conozca del tiempo y la época, o sea, que conozca sobre las condiciones de la historia en cada etapa, que sea una persona de justicia interna en el sentido de purificación del alma, una persona que no siga sus deseos personales, que no siga esta tendencia animal de darle rienda suelta al alma que incita al mal; en fin, una serie de condiciones que se tienen que dar para que el sabio pueda ser imitado por los creyentes. Entonces la cuestión no es una cuestión descontrolada de que cualquiera puede ser sabio, o cualquiera puede elegir a un sabio, o cualquiera puede imitar a un sabio. El tema es un tema con un cierto control legal y moral que se da a través de las enseñanzas de las narraciones de los Imames, especialmente el Imam Mahdi.
El otro tema es que si nosotros queremos conocer un poco de cómo es el iytihad, y esto lo hablo yo de mi propia experiencia como estudiante del seminario en el mundo islámico, que durante 17 años me dediqué al estudio en estos países islámicos, acá, por ejemplo, lo mínimo que una persona tiene que estudiar son unos 20, 25 y muchas veces hasta 30 años dedicado de lleno al estudio en la práctica del Islam, en la shariah, en las leyes como para poder tener y lograr esa capacidad de extraer las leyes de las fuentes. Como ejemplo el muytahid, en este caso el sabio, tiene que tener especialidad en idioma árabe. Nosotros en las universidades de religión estudiamos el idioma árabe desde su lengua en sí como para poder manejarlo a nivel vocabulario, hasta el tema de su gramática, de su morfología, de su sintaxis, de la retórica, de la elocuencia. Durante cuatro años nos dedicamos únicamente a estudiar el idioma árabe. Luego estudiamos la lógica, estudiamos la jurisprudencia, los principios de jurisprudencia. Se estudian cursos completos de todos los sabios que durante muchísimos años estuvieron trabajando en el tema de la jurisprudencia, y hoy dejaron tomos como el libro del Al-Lum’ah que se estudian, por ejemplo, diez tomos de leyes prácticas. Luego los principios de la jurisprudencia estudian varios tomos dedicados a ese arte de poder extraer las leyes a partir de las fuentes. Luego estudian el tafsir, estudian dentro del tafsir (la exegesis del Corán) los motivos o las causas del descenso de las aleyas; estudian, las ciencias y las disciplinas de las cadenas de narradores de los hadices; estudian las Ciencias del Corán, las Ciencias del Hadiz; estudian libros de historia para saber cuál era la situación social, cultural de la época donde descendió cada aleya. En fin es un estudio de mucha profundidad, y de ahí la necesidad de que el ignorante —ignorante no digamos peyorativamente, o sea, ignorante en el sentido de que ignora esa ciencia; como yo mismo puedo ser ignorante en muchas ciencias o como cualquier persona que puede ser ignorante de otras disciplinas, es decir, todos de alguna manera somos ignorantes de algo, de lo contrario seriamos dios— de esa ciencia vuelve al sabio, no porque es una cuestión de clases o diferencia entre una persona a otra, ante Dios los dos son iguales y de hecho ante la ley los dos son tan responsables sin ningún tipo de distinción entre el sabio y el no sabio. El tema es un tema operativo, para solucionar operativamente la cuestión para que no existan confusiones y que la ley pueda realmente extraerse de una fuente válida y fidedigna. Entonces el tema del sabio es por su sabiduría, es porque la persona normal hoy en día se ha distanciado mucho de la época de la revelación, por ello ni siquiera el árabe entiende a la perfección el árabe literal que aparece en los textos; ni siquiera los árabes puede interpretar muchos de los pasajes de libros como el Nahyul Balagah, por ejemplo, o como libros de hadices en donde aparecen las narraciones dedicadas al tema de la ley.
Entonces todo eso es una especialidad que únicamente el sabio, aquél dedicado de lleno al estudio de la ley tiene la capacidad de poder extraer las leyes a través de las fuentes, y por eso es la necesidad de la imitación.
ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU