Lista de descargas

MP4 MP3 PDF YouTube
Descripción

En este discurso el Sheij Suhail habla sobre la relación entre la política y el Islam. Él destaca que la meta de muchos profetas hasta el profeta Muhammad era crear una sociedad sana y equilibrada a través del establecimiento de un gobierno divino. El Sheij aclara que, en realidad, la política forma una parte entegral del Islam.

Transcripción

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

Hablamos ya un poco acerca del imamato, el califato, la continuidad del gobierno del Profeta; también hablamos acerca de la comandancia, de la comunidad y de la forma que el Profeta había establecido una legislación y un gobierno para los musulmanes, ahora es necesario hablar de un tema que quizá para occidente es un poco extraño, y es la relación que existe entre religión y política.

Nosotros en el occidente secularizado entendemos por religión aquella instancia en donde el gobierno no tiene razón de ser, y en esta secularización de occidente obviamente las responsabilidades y los roles de la iglesia están totalmente distanciadas de las responsabilidades y obligaciones de los gobiernos. Es decir hay una línea divisoria entre el campo político y el campo espiritual. Muchos creen que la religión está supeditada a los límites de la moral, la ética, la espiritual y la relación del hombre con Dios, sin tener derecho a entrometerse en los asuntos sociales, sin tener derecho a entrometerse en la legislación o en las normas que regulan las relaciones entre las personas ya sean a nivel político, económico, diplomático, social o cultural.

En el Islam obviamente tenemos una visión completamente distinta. Creemos que el Islam es la religión de Dios, el último mensaje de esta serie de religiones y revelaciones Divinas, el mensaje celestial, no sólo el mensaje del Profeta Muhammad (s) sino el mensaje de todos los Profetas, creemos que tiene una visión mucho más abarcadora de la realidad. Para nosotros el rol de los Profetas no está supeditado únicamente a un rol espiritual, sino que ellos vinieron a establecer la justicia en todos los sentidos. La espiritual tiene que ver con la justicia del ser, con uno mismo y en relación con Dios. Pero también es necesario entender la justicia como ese ámbito que tiene que abarcar a la sociedad, al gobierno y a la ley. Es por eso que creemos que los Profetas vinieron justamente para establecer un gobierno de justicia universal. Establecieron unas normas claras que no sólo tenían que ver con la relación del hombre con Dios, sino que también estaban relacionadas con temas de las cotidianidades de las sociedades a nivel político. Ellos siempre estuvieron en contra de la opresión, en contra de la injustica; siempre propusieron parábolas que estaban totalmente relacionadas con la realidad de la sociedad. Ellos ayudaban a los pobres, tenían un programa de justicia social, un programa de la justicia en la repartición de las riquezas, tenían una postura clara frente a las monarquías y los monarcas, una postura clara frente a las tiranías y a los tiranos, tenían posturas claras en todo sentido, tenían un compromiso social y por eso muchos de ellos fueron martirizados y muchos de ellos fueron perseguidos.

El caso de Jesús que es perseguido y —según la visión cristiana— finalmente asesinado, de la forma que bueno obviamente representa la Iglesia Católica, eso demuestra que realmente Jesús venía con un proyecto de justicia social, con un proyecto de una forma política. “Jesús político” es el perseguido, no Jesús que enseña que es el bien y el mal, no el Jesús que viene simplemente a enseñar la ética y la moral. Entonces la persecución de personajes como a Jesús (con él sea la paz) o de muchos otros personajes de la historia de la profecía, como el caso de Abraham, como el caso de Moisés, que se enfrentaron a los gobernantes de su época, como es el caso de Nemrod en la época de Abraham o del faraón en los tiempos de Moisés, eso habla claramente de que tenían un proyecto político, un proyecto de justicia, un proyecto social. Por lo tanto la visión que tiene el Islam que existe una unión entre “Iglesia” y “Estado”, o entre religión y política, no son dos campos diferentes. El mismo Dios que se preocupa por la integridad del ser humano, se preocupa también por la integridad de la sociedad. El mismo Dios que crea al “hombre individuo”, crea también al “hombre sociedad”. El mismo Dios que se interesa por la relación del hombre con su Creador se interesa por la relación del hombre con el hombre. Se interesa del orden de estos grupos, del orden, de la justicia y de la sociedad. Se interesa por gobernar justamente en cada momento, en cada tiempo, en cada espacio. Es por eso que creemos que Dios no sólo tiene derecho a entrometerse en la vida espiritual del hombre sino también de guiarlo en la vida material en la social, en la vida familiar. Dios tiene leyes para guiar al hombre tanto en el ámbito moral y ético, como en ámbito económico y social. Dios sabe muy bien la forma en que uno tiene que defender su tierra en el caso de ser ocupada, sabe de qué forma guiar al hombre, cuándo desea repartir la riqueza entre su gente. Sabe de qué forma defender al pobre, defender al oprimido. Sabe de qué forma enfrentarse a la injusticia y a la tiranía. Dios para todo eso tiene un programa, que a ese programa llamamos “religión”.

Por consiguiente cuando nosotros entendemos por religión todas esas enseñanzas Divinas que son abarcadoras, de todas las dimensiones y esferas de la vida del ser humano, entonces Dios es político también, y la religión es política también. Por eso tenemos muchos sabios que interpretan a la religión exactamente como un sistema político, porque la verdadera política profética, la verdadera política Divina no es lo que hoy entendemos como política, que muchas veces está ligada a la mentira, está ligada al poder, está ligada a los déspotas, a los tiranos y a los monarcas, y a aquello que establecen, digamos, un sistema político acorde a sus propios intereses. Por el contrario nosotros creemos que la política Divina, la política de la revelación, la política coránica, la política profética, es sagrada; no creemos en dos campos distintos, creemos en un solo campo donde Dios tiene que gobernar, y es por eso que el Islam en sí, en su contenido y en su espíritu político —en el sentido del compromiso social— es política en el sentido de establecer cambios constantes para mejorar las situaciones de los pueblos.

El Corán habla muy bien de que la voluntad del pueblo es necesario y fundamental al momento de querer establecer cambios ya sea a nivel evolución o a nivel revolución. Dios y el Corán hablan muy claramente de que uno no debe aceptar la injusticia ni para sí mismo ni para el prójimo. El Profeta habla que al fin y al cabo uno tiene que ayudar a erradicar la injusticia, diciendo: “Ayuda a tu hermano, sea opresor u oprimido”. Ayuda al oprimido dándole y extendiéndole la mano para poder sacarlo de ese estado, y ayuda al opresor en la forma que uno se levanta en contra de la injusticia y la opresión frenando esa opresión, y esa es la forma de ayudar al opresor. Es decir, no permitir que esta opresión continúe, y todos son proyectos políticos que están basados en las enseñanzas del Corán y de las enseñanzas proféticas. Además sabemos muy bien que el Profeta cuando estableció el gobierno, lo estableció para poder aplicar las leyes del Islam. Si alguien robaba el Profeta se encargaba de aplicar la justicia al ladrón; si alguien hacia un mal, si alguien hacia un acto de opresión, si alguien era injusto, todos esos fenómenos que estaban relacionados con la sociedad, con la justicia y con el pueblo el Profeta le tenía leyes practicas muy claras frente a esos fenómenos, lo que hace del Profeta además de un gran líder espiritual y un maestro para la humanidad, un gobernante y un político en el buen sentido de la palabra.

Entonces quisimos también dar esta pequeña introducción acerca de la relación entre Islam y política, para que sepamos que en el Islam cuando obviamente hablamos de religión no sólo estamos hablando de esa dimensión moral espiritual y ética, que tiene que ver con la relación del hombre con Dios, sino también de un programa multidimensional en donde también la esfera política es parte de las enseñanzas del Profeta y parte de la revelación.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU

El sitio web de FatimaTV está licenciado bajo una Licencia
Internacional de Creative Commons Attribution 4.0.

Fatima TV

Fatima TV

El Islam y política

Descripción

Transcripción

En este discurso el Sheij Suhail habla sobre la relación entre la política y el Islam. Él destaca que la meta de muchos profetas hasta el profeta Muhammad era crear una sociedad sana y equilibrada a través del establecimiento de un gobierno divino. El Sheij aclara que, en realidad, la política forma una parte entegral del Islam.

En el nombre de Dios, el Clemente el Misericordioso,
la paz de Dios sea con todos sus Profetas
desde Adán hasta Muhammad (s)

Hablamos ya un poco acerca del imamato, el califato, la continuidad del gobierno del Profeta; también hablamos acerca de la comandancia, de la comunidad y de la forma que el Profeta había establecido una legislación y un gobierno para los musulmanes, ahora es necesario hablar de un tema que quizá para occidente es un poco extraño, y es la relación que existe entre religión y política.

Nosotros en el occidente secularizado entendemos por religión aquella instancia en donde el gobierno no tiene razón de ser, y en esta secularización de occidente obviamente las responsabilidades y los roles de la iglesia están totalmente distanciadas de las responsabilidades y obligaciones de los gobiernos. Es decir hay una línea divisoria entre el campo político y el campo espiritual. Muchos creen que la religión está supeditada a los límites de la moral, la ética, la espiritual y la relación del hombre con Dios, sin tener derecho a entrometerse en los asuntos sociales, sin tener derecho a entrometerse en la legislación o en las normas que regulan las relaciones entre las personas ya sean a nivel político, económico, diplomático, social o cultural.

En el Islam obviamente tenemos una visión completamente distinta. Creemos que el Islam es la religión de Dios, el último mensaje de esta serie de religiones y revelaciones Divinas, el mensaje celestial, no sólo el mensaje del Profeta Muhammad (s) sino el mensaje de todos los Profetas, creemos que tiene una visión mucho más abarcadora de la realidad. Para nosotros el rol de los Profetas no está supeditado únicamente a un rol espiritual, sino que ellos vinieron a establecer la justicia en todos los sentidos. La espiritual tiene que ver con la justicia del ser, con uno mismo y en relación con Dios. Pero también es necesario entender la justicia como ese ámbito que tiene que abarcar a la sociedad, al gobierno y a la ley. Es por eso que creemos que los Profetas vinieron justamente para establecer un gobierno de justicia universal. Establecieron unas normas claras que no sólo tenían que ver con la relación del hombre con Dios, sino que también estaban relacionadas con temas de las cotidianidades de las sociedades a nivel político. Ellos siempre estuvieron en contra de la opresión, en contra de la injustica; siempre propusieron parábolas que estaban totalmente relacionadas con la realidad de la sociedad. Ellos ayudaban a los pobres, tenían un programa de justicia social, un programa de la justicia en la repartición de las riquezas, tenían una postura clara frente a las monarquías y los monarcas, una postura clara frente a las tiranías y a los tiranos, tenían posturas claras en todo sentido, tenían un compromiso social y por eso muchos de ellos fueron martirizados y muchos de ellos fueron perseguidos.

El caso de Jesús que es perseguido y —según la visión cristiana— finalmente asesinado, de la forma que bueno obviamente representa la Iglesia Católica, eso demuestra que realmente Jesús venía con un proyecto de justicia social, con un proyecto de una forma política. “Jesús político” es el perseguido, no Jesús que enseña que es el bien y el mal, no el Jesús que viene simplemente a enseñar la ética y la moral. Entonces la persecución de personajes como a Jesús (con él sea la paz) o de muchos otros personajes de la historia de la profecía, como el caso de Abraham, como el caso de Moisés, que se enfrentaron a los gobernantes de su época, como es el caso de Nemrod en la época de Abraham o del faraón en los tiempos de Moisés, eso habla claramente de que tenían un proyecto político, un proyecto de justicia, un proyecto social. Por lo tanto la visión que tiene el Islam que existe una unión entre “Iglesia” y “Estado”, o entre religión y política, no son dos campos diferentes. El mismo Dios que se preocupa por la integridad del ser humano, se preocupa también por la integridad de la sociedad. El mismo Dios que crea al “hombre individuo”, crea también al “hombre sociedad”. El mismo Dios que se interesa por la relación del hombre con su Creador se interesa por la relación del hombre con el hombre. Se interesa del orden de estos grupos, del orden, de la justicia y de la sociedad. Se interesa por gobernar justamente en cada momento, en cada tiempo, en cada espacio. Es por eso que creemos que Dios no sólo tiene derecho a entrometerse en la vida espiritual del hombre sino también de guiarlo en la vida material en la social, en la vida familiar. Dios tiene leyes para guiar al hombre tanto en el ámbito moral y ético, como en ámbito económico y social. Dios sabe muy bien la forma en que uno tiene que defender su tierra en el caso de ser ocupada, sabe de qué forma guiar al hombre, cuándo desea repartir la riqueza entre su gente. Sabe de qué forma defender al pobre, defender al oprimido. Sabe de qué forma enfrentarse a la injusticia y a la tiranía. Dios para todo eso tiene un programa, que a ese programa llamamos “religión”.

Por consiguiente cuando nosotros entendemos por religión todas esas enseñanzas Divinas que son abarcadoras, de todas las dimensiones y esferas de la vida del ser humano, entonces Dios es político también, y la religión es política también. Por eso tenemos muchos sabios que interpretan a la religión exactamente como un sistema político, porque la verdadera política profética, la verdadera política Divina no es lo que hoy entendemos como política, que muchas veces está ligada a la mentira, está ligada al poder, está ligada a los déspotas, a los tiranos y a los monarcas, y a aquello que establecen, digamos, un sistema político acorde a sus propios intereses. Por el contrario nosotros creemos que la política Divina, la política de la revelación, la política coránica, la política profética, es sagrada; no creemos en dos campos distintos, creemos en un solo campo donde Dios tiene que gobernar, y es por eso que el Islam en sí, en su contenido y en su espíritu político —en el sentido del compromiso social— es política en el sentido de establecer cambios constantes para mejorar las situaciones de los pueblos.

El Corán habla muy bien de que la voluntad del pueblo es necesario y fundamental al momento de querer establecer cambios ya sea a nivel evolución o a nivel revolución. Dios y el Corán hablan muy claramente de que uno no debe aceptar la injusticia ni para sí mismo ni para el prójimo. El Profeta habla que al fin y al cabo uno tiene que ayudar a erradicar la injusticia, diciendo: “Ayuda a tu hermano, sea opresor u oprimido”. Ayuda al oprimido dándole y extendiéndole la mano para poder sacarlo de ese estado, y ayuda al opresor en la forma que uno se levanta en contra de la injusticia y la opresión frenando esa opresión, y esa es la forma de ayudar al opresor. Es decir, no permitir que esta opresión continúe, y todos son proyectos políticos que están basados en las enseñanzas del Corán y de las enseñanzas proféticas. Además sabemos muy bien que el Profeta cuando estableció el gobierno, lo estableció para poder aplicar las leyes del Islam. Si alguien robaba el Profeta se encargaba de aplicar la justicia al ladrón; si alguien hacia un mal, si alguien hacia un acto de opresión, si alguien era injusto, todos esos fenómenos que estaban relacionados con la sociedad, con la justicia y con el pueblo el Profeta le tenía leyes practicas muy claras frente a esos fenómenos, lo que hace del Profeta además de un gran líder espiritual y un maestro para la humanidad, un gobernante y un político en el buen sentido de la palabra.

Entonces quisimos también dar esta pequeña introducción acerca de la relación entre Islam y política, para que sepamos que en el Islam cuando obviamente hablamos de religión no sólo estamos hablando de esa dimensión moral espiritual y ética, que tiene que ver con la relación del hombre con Dios, sino también de un programa multidimensional en donde también la esfera política es parte de las enseñanzas del Profeta y parte de la revelación.

 ALAHAMDU LIL.LAHI RABBIL ‘ALAMIN,
WA SALAM ‘ALIKUM WA RAHMATUL.LAHI WA BARAKATU