En el nombre de Dios, el clemente, el misericordioso.
La paz de Dios sea con todos sus profetas, desde Adán hasta Muhammad.
Venimos hablando acerca de las fuentes del conocimiento en el islam, y dijimos que hay tres fuentes aceptadas por todos los filósofos y aquellos que se dedican al valor y la importancia del conocimiento: una son los sentidos, la segunda es el intelecto, y la tercera el corazón. Después de haber definido el intelecto y sus funciones, hoy nos interesa ver cuál es la diferencia entre el intelecto y el corazón.
Dijimos que el corazón tiene que ver con ese centro de emociones y sentimientos, y que el intelecto tiene que ver con el centro del pensamiento y del conocimiento; por lo tanto, hay que hacer una división entre lo que es pensar y lo que es sentir. El conocimiento es algo que uno posee desde el mundo exterior, y lo posee simplemente a manera de imagen, es decir, yo puedo por ejemplo conocer una realidad determinada a través de una imagen, y tener la imagen en mi mente, pero sin que me signifique ningún tipo de sentimiento ni emoción; mientras que el sentir es algo que uno tiene internamente, lo siente el ser humano desde adentro. Por ejemplo, cuando uno siente amor, siente algo interno. Cuando uno siente odio, eso parte desde un lugar interno; mientras que el conocimiento no necesariamente se basa en ese sentimiento interno.
Para dar un ejemplo: si uno quisiera subir al techo, sabe y tiene conocimiento que necesita de una herramienta para subir, como puede ser la escalera. Ahora, el hecho de que yo sepa que se necesita una escalera para subir al techo, no me significa ningún tipo de sentimiento interno. O sea, yo internamente no siento nada que cambie mi posición, estado, sensaciones o emociones con respecto a la escalera. Yo sólo sé, o sea, conozco, que necesito una escalera. Diferente a lo que yo siento, por ejemplo, con respecto a la necesidad de permanecer, el sentido de subsistencia, el instinto de permanencia: yo deseo tener un hijo, y sé que a través de las próximas generaciones uno puede prolongar su existencia en el sentido de dejar un efecto, una huella en la humanidad. Eso es un sentimiento interno: todo lo que tiene que ver con los instintos, con las propensiones primigenias, con las cuestiones que mueven al ser humano internamente, son sentimientos. Entonces hay diferencia entre conocer y sentir. Una cosa es que uno sienta determinado instinto, necesidad, debilidad, y otra cosa es que uno conozca.
Si queremos dar un ejemplo más palpable, veamos las enfermedades o los dolores: si uno va con un dolor de muela al doctor, lo que ocurre es que el paciente está sintiendo el dolor, o sea, no sólo conoce lo que es el dolor, sino que lo siente internamente, mientras que el doctor tiene conocimiento sobre el dolor, o sea, puede saber lo que significa que te duela la muela, pero no lo siente. Esa es la diferencia entre el conocimiento y el sentimiento, o sea, la diferencia entre el intelecto y el corazón: el intelecto sabe, percibe, conoce, pero no siente. El intelecto es objetivo, individual, independiente. El corazón ya no: el corazón tiene un contacto directo con la realidad, por eso la siente. El corazón ama, odia, tiene la capacidad de poder transformar esas emociones en una realidad interna de sentimiento. Eso es lo que quería decir para entender que los campos son diferentes, de eso vamos a hablar en la próxima clase, de cuál es el campo que le pertenece a cada una de estas fuentes.
Lo que nos interesa saber ahora es la diferencia entre el conocer y el sentir: el conocimiento sólo basa su percepción en la imagen, sin involucrar el sentimiento y la emoción, mientras el corazón conoce a través del sentimiento, involucra la parte interna, las emociones y lo que uno puede sentir como perceptor. Con esto quiero decir también que el tipo de conocimiento del corazón es un conocimiento especial, por eso muchos dicen que la diferencia entre el filósofo y el místico está justamente en eso: que el filósofo tiene como último objetivo conocer la realidad, mientras que el místico quiere llegar a la realidad. Una cosa es conocer a Dios a través de una imagen filosófica de un argumento, y otra conocerlo desde su propia realidad, o sea, sentir a Dios. Y esa es la diferencia que generalmente se establece entre estos puntos fundamentales, que son la herramienta del intelecto, para percibir y conocer, y la herramienta del corazón, también para percibir, y sentir.
Por lo tanto, si hacemos una línea divisoria, el corazón conoce únicamente a través del ser, topándose con la realidad, uniéndose a la realidad, mientras que el intelecto lo hace a través de la imagen que tiene de la realidad. Por eso cuando se habla de conocimiento intelectual, se dice que el concepto de la realidad es el capital de trabajo del intelecto. Uno intelectualmente trabaja con conceptos, mientras que el corazón ya no es el concepto ni la imagen, sino directamente la realidad.