El primer ser que manifestó fanatismo tanto en su forma de pensar como en su forma de actuar fue satanás.
Todo tipo de fanatismo no es más que un susurro de satanás que penetra en las profundidades del interior humano para manifestarse en formas distintas de defensa incondicional de algo o alguien.
La aleya que trataremos en esta oportunidad nos habla de la forma de protegernos del susurro de Satanás. El Corán nos enseña en esta oportunidad que ante la incitación del Demonio uno debe buscar refugio en Dios.
Satanás tiene tres momentos preferidos para desviar a la gente, cuídense de estos
El rol de las mezquitas. El rango de la vecindad de Dios. El estado paradisíaco de los allegados. No hay descanso en este mundo para el creyente. El profeta Lahaia (Juan el Bautista) con Satanás.