Los árabes de la era preislámica se caracterizaban por ser incivilizados, de carácter duro, sin orden político y de un fanatismo extremo.
Como ya explicamos anteriormente no existía en la península arábiga de la época del Profeta un gobierno central que maneje los asuntos de toda la sociedad sino que cada tribu tenía su propia administración.
Algunos de los ejemplos de corrupción de la sociedad árabe de aquellos tiempos son: el fanatismo, la venganza, el enorgullecerse de sus orígenes, las grandes guerras, el saqueo, la matanza, etc.
Otra de las grandes manifestaciones de corrupción de esta sociedad era su visión acera de la mujer y el trato que le daba a ésta.
Antes de la llegada del Islam a la Arabia de la época del Profeta (P) existían seguidores de distintas religiones, entre las cuales se encontraba la judía, la cristiana y el monoteísmo puro de Abraham, además de la idolatría.
Si bien la mayoría de los árabes de esa época eran idólatras, también había judíos, cristianos y monoteístas seguidores de la religión de Abraham.
Además de los monoteístas y cristianos de los cuales hablamos en la anterior clase hablaremos ahora también de los judíos e idolatras.
Sobre la historia del Profeta se conocen hasta los más mínimos detalles, debido a que sus aprobaciones son una tradición a seguir para los musulmanes.
En esta lección estudiaremos de manera detallada los criterios de validez de la historia correcta.
El Profeta Muhammad (P) es el hijo de Abdullah y Amina y a su vez descendiente de Adnan uno de los antepasados de los árabes de la península arábiga.
Luego de la muerte de su padre y su madre el Profeta (P) queda bajo la tutela de su abuelo Abdul Muttallib y luego de su muerte bajo el cuidado de su tío Abu Talib.
Durante la juventud el Profeta era conocido por su gran carácter y especialmente por su veracidad y confiabilidad.