La profecía como embajada divina en la tierra tiene su fin con el profeta Muhammad, donde comienza luego de su partida la institución del imamato.
En algunos libros sunnas se explica que los doce Imames a los cuales se refieren las narraciones son de la familia y descendencia del Profeta.
Creemos que la resurrección tiene que existir porque el ser humano desde los comienzos de su existencia ha sido dirigido hacia su propia perfección.
En la dimensión ética del Islam se estudian las distintas esferas del alma humana para poder conocerla y luego purificarla.
Es sumamente importante que el hombre se preocupe por la purificación del alma ya que esta ha sido desde siempre el objetivo del envío de los profetas y la causa principal junto a la fe y la acción de la salvación de este.
El corazón se mantiene iluminado siempre y cuando se mantenga en la línea de la fe y la moral, pero en caso de alejarse de ella comienza a endurecer hasta terminar sellado.
La purificación del alma y su perfeccionamiento son dos fases fundamentales de la transformación del ser humano.
EL corazón debe ser curado de tres tipos de enfermedades. Las de la fe, las de la acción y las de los sentimientos.
A pesar de que por naturaleza el hombre se siente llamado a buscar a Dios, sin embargo la mayoría de las personas descuidan dimensión.
La cura de las enfermedades comienza cuando podemos detectarlas, conocerlas y decidir tratarlas.
Una vez que se detecta la enfermedad el musulmán debe comenzar a tratarla de una manera seria y ordenada.
En esta clase veremos los métodos que utiliza el Islam para la cura de las enfermedades del alma y su purificación.