En el nombre de Dios, hola, esta entrega especial es traída a todos ustedes por FátimaTV.
Según el calendario lunar islámico, estamos en los últimos días del mes SAFAR, y es en estos días que ha sucedió hace más de 14 siglos, el martirio del ser humano más perfecto, el último Mensajero de Dios, el profeta Muhammad, siendo que también coincide con estas fechas el martirio del imam Hassan Al Mujtaba (P) y el del Imam Reza Al Murtadha (P). En relación al Profeta del Islam, hoy trataremos de examinar el carácter moral del Profeta a través de varias narraciones y en otras nos referiremos al Sagrado Corán, el cual es el mejor relator.
A lo largo de la historia, Dios Exaltado Sea envió a 144 mil profetas y mensajeros, los cuales guiaban a sus pueblos e incluso a sí mismos hacia el camino de la perfección.
Pero tal como sabemos, cada uno de esos mensajeros y profetas, se enfrentaron a un sin número de dificultades, especialmente en relación a como quienes le rodeaban y pretendían guiar a la salvación, especialmente debido a la negación de su misión Divina y esa no fue la excepción del Profeta del Islam quien sufriese los más crudos enfrentamientos, persecuciones y agravios por parte de su gente y pueblo.
Sin embargo, eso jamás quebrantó la ética, moral y buen comportamiento del Profeta Muhammad, ni antes, ni durante su misión profética, siendo un transmisor perfecto del Mensaje de Dios y que fue inculcado a sus más cercanos amados.
Respecto a esto, dice el Sagrado Corán en el capítulo 62, versículo 2.
هُوَ الَّذِي بَعَثَ فِي الْأُمِّيِّينَ رَسُولًا مِّنْهُمْ يَتْلُو عَلَيْهِمْ آيَاتِهِ وَيُزَكِّيهِمْ وَيُعَلِّمُهُمُ الْكِتَابَ وَالْحِكْمَةَ وَإِن كَانُوا مِن قَبْلُ لَفِي ضَلَالٍ مُّبِينٍ
سوره جمعه آیه ۲
“Él es Quien designó entre los iletrados a un Mensajero de entre ellos para que les recite Sus versículos, les purifique y le enseñe la Escritura y la sabiduría, pues, antes de ello, estaban en un extravío evidente.”
El Sagrado Corán nos ha presentado el objetivo de la misión del Profeta Muhammad (BPD) como aquella que persigue la purificación del alma, así como la instauración y el fortalecimiento de las más perfectas virtudes y valores humanos de manera universal.
Seguido a ello, y siempre respecto al Profeta Muhammad, podemos encontrar que Dios dice en el capítulo 68, versículo 4 del Noble Corán lo siguiente:
وَإِنَّكَ لَعَلَىٰ خُلُقٍ عَظِيمٍ ﴿٤﴾
سوره قلم
“y, en verdad, posees un nobilísimo carácter.”
Con este versículo, somos testigos de cómo Dios, Exaltado Sea, ha alabado al Profeta del Islam y le ha enaltecido de entre los demás profetas divinos por su buen y gran carácter moral.
El mismo Profeta del Islam declaró explícitamente que el objetivo de su bendita misión no era más que el de que la humanidad entera desarrollara las más nobles y enaltecidas virtudes de la moralidad y el humanismo ordenando de esta manera a sus seguidores que la buena moral era algo necesario e indispensable para cada unos de ellos y sus sucesores, razón por la que fuese enviado entre ellos y su pueblo con esta misión.
Realmente no podemos describir con exactitud el gran carácter moral del Profeta, solo podemos hablar del él (BPD) y su comportamiento, aquello comparado a una gota en relación a todo el océano en sí.
Por esta razón, al momento de contar algunas narraciones o hadices, examinamos las características morales del Profeta de la forma más pronta que conocemos.
Siguiendo con el tema:
Se cuenta que una vez el Mensajero de Dios preguntó a sus compañeros:
“¿Quieren que diga quiénes son las peores personas?
A lo que respondieron sin dudar con un gran ¡Sí, Mensajero de Dios!
Apresuradamente sin hacerlos esperar el Profeta dijo:
Las peores personas son aquellas que odian a otros (es decir a la gente) y la gente lo odia a ellos.
Seguido el Profeta Muhammad les preguntó:
¿Quieren que les diga quién es peor que esto?
Y sus compañeros dijeron: ¡Sí, Mensajero de Dios!
Entonces el Santo Mensajero de Dios dijo:
Aquel que no perdona los errores de los demás y no acepta las disculpas de nadie y no perdona el pecado.
El Profeta volvió a preguntar: ¿Quieren que les diga quién es peor que esto?
Y los compañeros dijeron una vez más: ¡Sí, Mensajero de Dios!
Entonces el Profeta dijo: Aquel de quien la gente no está a salvo y no esperan bien alguno de éste.
Bihar Al Anwar volumen 75, página 280
En otro hadiz o narración encontramos que:
Una vez un hombre se acercó al Profeta Muhammad desde el frente y le dijo: ¡Oh, Mensajero de Dios! ¿Qué es la religión? A lo que el Profeta (la paz de Dios sea con él y su familia) le respondió:
“La religión ciertamente es tener una buena moral (Hosn ol-Khola)”
Seguido de nuevo se acercó al profeta desde la derecha y le preguntó: ¿Qué es la religión?
El Profeta de nuevo le respondió: tener una buena moral.
La tercera vez, el hombre vino por la izquierda hacia el Profeta y le preguntó una vez más:
¿Qué es la religión?
A lo que sin dudarlo el Profeta repitió la misma respuesta anterior.
Finalmente el hombre vino una cuarta vez pero desde atrás e hizo la misma pregunta.
Por lo que el Profeta (la paz sea con él y su bendita familia) esta vez respondió:
Acaso ¿No lo entiendes? La religión significa no enfadarse nunca.”
La característica moral más destacada del Profeta fue su misericordia, compasión y amor con los demás.
El Corán considera que el secreto del éxito del liderazgo y la profecía de Muhammad ha sido la misma sinceridad, amabilidad, bondad y compasión.
فَبِمَا رَحْمَةٍ مِنَ اللَّهِ لِنْتَ لَهُمْ ۖ وَلَوْ كُنْتَ فَظًّا غَلِيظَ الْقَلْبِ لَانْفَضُّوا مِنْ حَوْلِكَ ۖ فَاعْفُ عَنْهُمْ وَاسْتَغْفِرْ لَهُمْ وَشَاوِرْهُمْ فِي الْأَمْرِ ۖ فَإِذَا عَزَمْتَ فَتَوَكَّلْ عَلَى اللَّهِ ۚ إِنَّ اللَّهَ يُحِبُّ الْمُتَوَكِّلِينَ
آل عمران ۱۵۹
Sobre esto dice el Sagrado Corán en el capítulo 3, versículo 159:
“En verdad, por una misericordia de Dios, fuiste blando con ellos, pues, si hubieras sido seco y duro de corazón, rápidamente se hubieran apartado de ti. Por tanto, perdónales y pide el perdón para ellos y consúltales en el asunto. Después, cuando tomes una decisión, confía en Dios. En verdad, Dios ama a los que confían en Él.”
Es tan así que el mismo Profeta preguntaba constantemente por sus compañeros, si no veía a uno de ellos durante un periodo de más de tres días, preguntaba cómo estaba y si había pasado algo en particular, o si tenía alguna necesidad, si alguno de ellos viajaba, rezaba por él, y si estaba presente en la ciudad, iba a verle y si estaba enfermo sin duda alguna le visitaba.
Hemos llegado al final de la parte 1.
Hasta la próxima.
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